El creciente escándalo por el supuesto tráfico de influencias para evitar la quiebra de la empresa ex Ciccone Calcográfica, que tiene el ojo de la tormenta al vicepresidente, Amado Boudou, sumó ayer una doble embestida judicial que pone al rojo vivo la interna en el Gobierno. Boudou denunció ante la Justicia federal al estudio que perteneció al actual procurador general de la Nación, Esteban Righi, por supuesto tráfico de influencias, y al titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, por un presunto intento de soborno, tal como había anticipado la semana pasada. Además, el Gobierno, a través de su representante ante el Consejo de la Magistratura, Hernán Ordiales, radicó una denuncia contra el juez federal, Daniel Rafecas, que investiga la causa Ciccone.
El representante del Ejecutivo en el Consejo quiere que se investigue ‘si Rafecas fue ‘parcial o favoreció a alguna de las partes involucradas’. En la conferencia de prensa del jueves pasado había denunciado que Rafecas ‘funcionaba como una agencia de noticias’ porque ‘filtraba datos a la prensa’ al hacer referencia a que en el allanamiento en el departamento de su propiedad había periodistas y fotógrafos.
Si avanza la denuncia, Rafecas podría enfrentar un juicio político. Y en ambos casos, las denuncias contaron con el aval de la presidenta Cristina Fernández, según diarios porteños y DyN.
La denuncia quedó radicada ante el juez federal Ariel Lijo, con la intervención del fiscal Jorge Di Lello, quien se encuentra de licencia hasta el viernes y es reemplazado por su par Gerardo Pollicita. El juez debe pasar la denuncia al fiscal para que resuelva si impulsa la investigación y qué medidas de prueba solicita para avanzar.
‘Vinieron a verme a mi despacho de director ejecutivo, para decirme que yo era nuevito, que no entendía cómo funcionaba esto. Que yo tenía que tener buenos lazos con Comodoro Py (sede de los Tribunales federales). Que era muy importante desarrollar esa relación. Yo, es verdad, era nuevito y nunca me imaginé que tenía que tener lazos con la Justicia‘, dijo Boudou.
Sobre Gabbi, el Vicepresidente dijo que el empresario lo fue a ver en marzo del año pasado, cuando era ministro de Economía, y le pidió un soborno para frenar una ofensiva en su contra de parte de la empresa Boldt, la que disputaba con la ex Ciccone por una planta impresora.
‘Adelmo Gabbi me pidió una entrevista el 3 de marzo de 2011, vayan viendo las fechas. Y me expresó que estaba muy asustado, muy preocupado por mí’.
El señor Tabanelli (Eduardo, vicepresidente de Boldt) me iba a destruir pero que yo podía arreglar.
Que lo único que tenía que hacer era ponerle un número. Que el viajaba a Punta del Este y se iba a encontrar seguramente con el señor Tabanelli e iba a poder porque era una persona de códigos encontrar un número, poner un número y solucionar todo este problema‘, contó Boudou. Y concluyó: ‘El día 11 del 3 de 2011 volvió Adelmo y obviamente yo le dije que no había número, que no quería escucharlo y que estas cuestiones de mafiosos las arreglaran en otro ámbito‘. Fuente: DyN

