La primera capilla del país con el nombre San José Gabriel Brochero fue inaugurada en la ciudad de Posadas, pocas horas después de que el papa Francisco canonizara al cura cordobés.
El templo comenzó a erigirse años atrás, no bien se conocieron las posibilidades de que el religioso fuera consagrado como el primer santo nacido y muerto en Argentina. La nueva iglesia está ubicada al sudoeste de la capital de Misiones, donde se construye el complejo habitacional Itaembé Guazú, que se compondrá de 11 mil viviendas.
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, encabezó el acto de inauguración e imposición del nombre, que se realizó el domingo a la noche. En esa ocasión comentó que había recibido una comunicación de Villa Cura Brochero, en Córdoba, en la que le ‘confirmaron que es la primera iglesia del país con el nombre del santo‘.
La ceremonia congregó a unas 400 personas que colmaron la capilla y los alrededores, en un espacio acondicionado por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), que tiene a su cargo las obras del complejo de viviendas.
En la inauguración, el obispo de Posadas describió la vida y la obra de Brochero en favor de la gente humilde y recordó que ‘murió de lepra, enfermedad que contrajo por compartir el mate con leprosos‘ y al final de su vida había quedado ‘ciego‘ por ese motivo, expresó.
En el lugar de la nueva capilla San José Gabriel Brochero, distante a unos 8 km del microcentro de Posadas, en inmediaciones del aeropuerto local, viven unas 2.000 personas y se estimaba que serán alrededor de 55 mil una vez que finalicen las viviendas. Martínez aseguró que la provincia de Misiones es una de las de ‘mayor crecimiento demográfico del país‘, razón por la que hizo hincapié en la necesidad de ampliar la tarea pastoral de la diócesis a su cargo, que se complementa con las de Oberá y Puerto Iguazú.
De acuerdo con los detalles proporcionados por técnicos, la capilla, ésta tiene una superficie cubierta de 320 metros cuadrados. Entre los elementos utilizados para su construcción se encuentran piedras de San Ignacio, similares a las que caracterizan a las reconocidas Reducciones Jesuíticas. Además, cuenta con ventanales de unos cuatro metros con vitreaux, techo de madera y pantallas de importantes dimensiones que proporcionan una iluminación tenue en un ambiente donde predominan los tonos marrones. A la derecha de la nave, se encuentra una imagen de más de un metro de altura del santo José Gabriel Brochero, futuro centro de convocatoria de los peregrinos que desde hace más de un año aguardaban la finalización de la construcción.
