El Gobierno nacional salió a defender la represión a los cortes de rutas organizados por piqueteros y sectores de izquierda que por la mañana bloquearon  los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires en apoyo al paro general convocado por la CGT.    

"Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el  protocolo de acción; el objetivo es que haya caminos alternativos", había  advertido ante los medios la ministra de Seguridad, Patricia  Bullrich, mientras en Panamericana y kilómetro 197 comenzaba la  tensión volaron piedras mientras decenas de vehículos particulares  quedaron presos en medio del operativo policial.    

Por su parte, el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio  Burzaco, justificó la represión al advertir que "no debe haber  piquetes totales" y aclaró que quienes los lleven adelante deberán  "hacerse cargo de un delito".    


Burzaco explicó que "la orden" que tenía era que "la gente  pueda acceder a sus trabajos" y agregó: "No debe haber piquetes  totales porque atentan contra la libertad de trabajo y circulación. Que  se hagan cargo de que es un delito, tendrán que responder después  por su actitud", argumentó.