El Ministerio de Economía y la petrolera de mayoría accionaria estatal YPF analizan un proyecto con vistas a una reducción del precio de los combustibles al consumidor, en base a un esquema que contemplaría una leve baja del precio interno del barril de crudo y una reducción de la carga impositiva que hoy grava a las naftas y el gasoil.
Fuentes de la petrolera consultadas ayer por la agencia de noticias DyN admitieron dicho análisis conjunto entre su presidente, Miguel Galuccio, y el ministro Axel Kicillof, pero no formularon precisiones. El mercado petrolero local está regulado y opera sobre la base de un precio del crudo (referencia Medanito) de 84 dólares el barril, que hasta mediados de año resultaba inferior a la cotización internacional (en torno a los 100 dólares) pero que en las últimas semanas se ubica bien arriba de los 56-60 dólares que rige en el exterior.
Una modificación a la baja del crudo local podrá redundar en un menor precio final de los combustibles refinados pero resulta clave que dicha baja no termine afectando a las inversiones para exploración y producción de hidrocarburos, lo cual, en el caso de los yacimientos no convencionales en Argentina, hoy requiere contar con un precio del barril en torno a los 78-80 dólares.
Las provincias productoras también procuran preservar los actuales precios del crudo para no ver afectados sus ingresos por regalías y por ello el proyecto en estudio considera una reducción de la carga impositiva que aplica la Nación sobre los refinados, como un modo de ‘repartir las cargas‘ entre las partes y viabilizar la baja en los precios en las bocas de expendio.
La carga impositiva sobre los combustibles ronda actualmente el 40 por ciento para las naftas y el 45 por ciento para el gasoil. La ecuación en estudio entonces combina una leve baja del precio del barril combinada con una menor carga fiscal en los refinados. Una baja de los precios al consumidor, se estima, redundaría en una recuperación de las ventas de combustibles.
El precio del barril que cobran las petroleras en el país sudamericano está desvinculado de la cotización internacional, que caía ayer a menos de 60 dólares. En Argentina, las empresas reciben 84 dólares por barril. En ese contexto, la caída que ha tenido el precio del petróleo en el mundo y la inflación llevan al Gobierno a buscar una reducción de los precios de las gasolinas, que han aumentado cerca de un 60 por ciento en el año.
Según diversos cálculos, los precios de las naftas pueden caer entre 3 y 7 por ciento. Según el diario El Cronista, el ministro de Economía, Axel Kicillof, está dialogando con YPF para que la petrolera acompañe la baja del precio internacional del petróleo y abarate las naftas. A pesar de que el valor del petróleo local está desenganchado del internacional, una buena parte del consumo interno se importa y sigue las cotizaciones mundiales. Fuentes: DyN y Reuters