Acuerdo nacional. Cristina volvió a convocar a todas las fuerzas políticas para un acuerdo económico para que no haya corridas del dólar en cada elección. Afirmó "no se hagan los rulos", ante el operativo clamor.

 

Muy serena, lúcida y con la elocuencia que la caracteriza, sin dar señales de alarma interior por la crisis cambiara que atraviesa su gobierno, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente ayer en el 20° aniversario del triunfo electoral de Néstor Kirchner, en una charla magistral en la que dejó claro su rechazo a una eventual dolarización para resolver las permanentes corridas del dólar en Argentina. Y, pese al operativo clamor, siguió alimentando el misterio sobre una eventual candidatura presidencial, la única referencia la hizo al ingresar al escenario del Teatro Argentino de La Plata cuando la militancia embravecida la recibía con los cánticos "Cristina presidenta". Allí, la Vicepresidencia reiteró "no se hagan los rulos, ya se los dije". Y ya en pleno desarrollo de su discurso afirmó: "Ya di todo".

Cristina tomó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional como hilo conductor para profundizar sus críticas por el endeudamiento, la inflación, de la corrida del dólar. Por lo que pidió "revisar" el acuerdo con el Fondo, algo a lo que apunta la comitiva del ministro de Economía, Sergio Massa, que por estas horas comenzó a debatir en Washington. Y aunque repartió palos a Juntos por el Cambio (JxC) a cuyas principales figuras vinculó con las zozobras del presente y del pasado, mientras destrozó el plan de dolarización que agita el precandidato presidencial de la Libertad Avanza, Javier Milei, volvió a pedir "un gran acuerdo nacional".

Cristina convocó a "sentarse" a todas las fuerzas políticas "no a ver si va a haber flexibilización laboral o educación pública gratuita o no gratuita", sino para avanzar en un "acuerdo" en materia económica para que "el país funcione normalmente y no sea un parto cada elección y un drama cada movimiento cambiario en Argentina". "Y todos esto agravado por el FMI, porque en nuestros 12 años de Gobierno no tuvimos al FMI", evocó, en referencia al desendeudamiento de Néstor Kirchner que canceló la deuda que Argentina tenía en ese entonces con el FMI con un pago de U$S 10.000 millones.

En ese sentido, la Vicepresidenta afirmó que el acuerdo firmado con el FMI es "inflacionario" y añadió que ese efecto reviste el "gran problema que tiene la sociedad argentina". Igual, Cristina despejó dudas sobre la deuda con el Fondo: "Nadie dice que no haya que pagar, más allá de la discusión de las sobretasas". "Lo que queremos fundamentalmente es que se revisen las condicionalidades. Y creo que en el futuro va a haber que discutir que las sumas que se paguen al FMI estén atadas, como un porcentaje, al superávit comercial", remarcó.

Como autocrítica volvió a alertar que "Argentina crece pero con salarios bajos". "Por primera vez trabajadores en relación de dependencia, pobres", apuntó.

Fernández de Kirchner recordó que con la convertibilidad de los ’90 "no solamente estallaron los patrimonios de los que tenían ahorros en los bancos". En este punto, se refirió varias veces a Javier Milei, sin nombrarlo directamente aunque aludió a él con la palabra "mamarracho", por decir que "la casta (política) tiene miedo", y se preguntó al respecto "a quién le van a hacer creer" desde ese sector que "van a poder controlar lo que hace el poder económico concentrado".

La exmandataria apuntó además contra el economista Emilio Ocampo, elogiado por Milei, por proponer la transferencia fuera del país de "activos y pasivos del Banco Central y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses" para implementar la dolarización.

La Vicepresidenta planteó que "la historia de la Convertibilidad es la historia de la dolarización" y evocó que la paridad del dólar y el peso "empezó con Plan Bonex y terminó con la captura de todos los depósitos" con el corralito del Gobierno de Fernando De la Rúa en 2001.

"Estamos todos discutiendo lo que fracasó hace 20 años. La bomba explotó en la cara de 40 millones de argentinos, en las plazas, en la desocupación y en la captación. Nos dijeron que un peso era igual a un dólar. Significa que primero hubo que capturar todos los plazos fijos en los bancos. Y en virtud de eso, con el Plan Bonex, se pudo anunciar la convertibilidad que fue sostenida con los dólares de las privatizaciones y el endeudamiento que la Nación tomaba para que la base monetaria estuviera respaldada", reseñó ante un teatro colmado.

 

El rol del Central

Cristina recordó que en sus dos mandatos tuvo numerosas "corridas cambiarias" pero que no impactaron porque el Banco Central intervino en el tipo de cambio, una medida que "hasta esta semana" no se podía aplicar porque el acuerdo con el FMI "lo prohibía".

"Intolerante"

Al cumplirse 20 años del triunfo electoral de Néstor Kirchner, Mauricio Macri dijo que aquel resultado "dio inicio a un estilo de gobierno que se fue haciendo cada vez más intolerante y manipulador, el origen de lo que después se llamó la grieta".

 

> Críticas a la oposición

"El discípulo del señor de ojitos claros (Domingo Cavallo) y los dirigentes del otro sector político eran los funcionarios que la gente les decía: que se vayan todos. El jefe de gobierno porteño (Horacio Rodríguez Larreta) estaba a cargo del PAMI, integraba el grupo sushi junto a la que era ministra de Trabajo, que había descontado el 13% a jubilados y estatales", afirmó Cristina sobre Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.