Al frente. De izquierda a derecha, Daer, Acuña y Schmid, los líderes de la CGT que continuarán al frente.

En una reunión en la Ciudad de Buenos Aires, el Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió renovar su respaldo al triunvirato que comanda la central obrera. Tras semanas de especulaciones, se resolvió suspender las elecciones para definir nuevas autoridades que estaban previstas para el próximo de 22 agosto.

De esta forma, continuarán al frente de la organización obrera Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, informó ayer el sitio online Infobae. Esta decisión se adoptó durante la reunión que el Consejo Directivo mantuvo en la sede de Azopardo al 800 (Ciudad de Buenos Aires), y la confirmó el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, al retirarse del edificio.

Al mismo tiempo, los integrantes del Consejo Directivo definieron la realización de una reunión de secretarios generales de los gremios de la CGT (los que están en la conducción y los que no) a fines de agosto, con el objetivo de continuar debatiendo la postura que tendrá que seguir la central frente a las políticas del Gobierno.

Ninguno de los miembros del respaldado triunvirato habló tras la reunión, que se realizó con posturas divididas: los "gordos" y los "independientes" impulsaban la continuidad de la conducción tripartita, mientras que Camioneros y exaliados de los Moyano querían que se realicen la renovación de autoridades.

"Apoyamos al triunvirato, no habrá elecciones el 22 de agosto", sostuvo Romero, quien aclaró que "no se suspendió nada" porque nunca se convocó oficialmente al congreso normalizador, en el que se debía realizar la votación. También señaló que a fines del mes próximo se hará "una reunión de secretarios generales de todos los sindicatos confederados de la CGT, los que están en la conducción y los que no, para debatir qué postura tiene que seguir frente al Gobierno".

Romero no especificó por cuanto tiempo seguirá el triunvirato y sólo se limitó a recordar que tiene mandato hasta 2020.

Quienes sostuvieron la postura de mantener al triunvirato alegan que ya no se pueden cumplir los plazos para llegar a realizar a tiempo el congreso normalizador del 22 de agosto y que tampoco se estaría reuniendo un consenso para que en esa fecha se pueda votar a un secretario general que contente a todas las facciones.

En las últimas semanas, la postura que prevalecía era la de extender el mandato del triunvirato tras el oxígeno que le dio el "éxito" del último paro del 25 de junio.