Luis Caputo dice que no tiene la bola de cristal. Antes de dar una definición es prudente y aclara que nunca subestima al mercado. Se conocen demasiado bien. El hombre que se crió de ese lado del mostrador se anima a un vaticinio, tras dos días de relativa calma: "Estamos en una transición a una mayor estabilidad cambiaria".

Las señales lo hacen sentir cómodo. En medio de la turbulencia, logró el lunes colocar un bono por US$2000 millones que estará disponible para el Tesoro desde mañana e impulsó una subasta de dólares poco demandada por el mercado. Sabe además que a esos billetes se sumará una artillería pesada de US$7500 millones antes del fin de semana y tiene un compromiso del sector agroexportador de liquidar este mes US$4000 millones. "Eso va a dar mucha más certidumbre", confió.

En una entrevista con LA NACION y Clarín en su despacho, el presidente del BCRAratificó el tipo de cambio flotante, afirmó que no tiene un precio del dólar "en la cabeza" y aseguró que no hay "atraso cambiario". Indicó que no hubo presiones del Fondo Monetario Internacional para devaluar y negó también una mala praxis de Federico Sturzenegger para frenar la corrida o la bola de Lebac . Admite que las tasas de interés son elevadas, pero dice que son las adecuadas para la coyuntura.

-La subasta de dólares [de ayer] fue declarada desierta, ¿qué quiere decir esto?

-Desde el minuto uno este gobierno bregó por un tipo de cambio flotante. La participación del Central en el mercado está supeditada a alguna anomalía, volatilidad o iliquidez. Hoy [por ayer] no hubo anomalía. El mercado operó absolutamente tranquilo y bien. Estamos en una transición a una mayor estabilidad cambiaria. Ahora viene el cronograma del Ministerio de Hacienda, que va a dar más certidumbre. Va a ofrecer un panorama de lo que va a ser la oferta.

-¿Cómo fue la licitación de Lebac de hoy [por ayer]?

-Salió un poco mejor de lo que estimábamos. Pensábamos que iba a estar en 50% de refinanciación y fue un 60%. Porque muchos bancos iban a pasarse a Lelic (letras de liquidez del BCRA a siete días) por el bono que sacamos, y porque ya empezamos con la cancelación de letras intransferibles y las Lebac. Este es un mensaje potentísimo. Ya estamos limpiando el balance del Banco Central. Además, otros entes públicos, como el FGS, y la provincia de Buenos Aires, no iban a renovar porque necesitaban la plata para el pago de aguinaldos.

-¿No pagaron una tasa muy alta?

-Las tasas subieron naturalmente porque cerramos los grifos para no financiar al que eventualmente quiera ir al dólar. Obviamente la primera medida es siempre cerrar los grifos, y en ese contexto la tasa de corto sube. Pero es solo con el objetivo de que el mercado llegue a un equilibrio pronto y ahí corrija.

-¿No hubo intervención pese a que fue un mal día en los mercados globales?

-No hubo. Lunes y martes fueron dos días muy buenos. Ayer [por anteayer] fue un día fantástico porque a pesar del rumor del no upgrade de MSCI, que afectó fuertísimo a la Bolsa y los bonos, sacamos medidas que fueron bien recibidas por el mercado y los analistas. Y en ese contexto hostil colocamos US$4000 millones. El bono de dos años en pesos era para la participación de los bancos para hacer el encaje y en el bono dual currency de un año fue en un 90% participación del exterior. Son otros US$2000 millones para Hacienda, que podrá poner a la venta.

-¿Cómo sigue la recompra de Lebac?

-Hay una meta de cancelarlas en tres años. Está en el acuerdo con el FMI. Mi objetivo es hacerlo antes. Pero tenemos tiempo y para hacerlo necesitamos financiamiento.

-¿La suba del dólar de casi 50% desde diciembre es por mala praxis de la anterior gestión del Central o está acordada con el FMI una depreciación del peso?

-El Fondo no nos pide ninguna depreciación real de la moneda. El FMI está contento con la política de un tipo de cambio flotante.

-¿Entonces hubo mala praxis para estabilizar la corrida?

-No, honestamente, creo que es más complicado. Hubo muchos factores desde diciembre hasta hoy. Son circunstancias que pasan. No tengo nada que reprochar.

-¿La idea es que no haya movimientos bruscos ahora?

-Hay que darle certidumbre al mercado. Mientras no veamos disrupciones no hay problema. Hacienda vende esos dólares en función de sus necesidades, pero está bueno que lo comunique, porque es una forma de que los participantes vean cuál es la oferta que viene en los próximos meses.

-Sturzenegger en su carta de renuncia dijo que había perdido credibilidad, ¿habrá más medidas para recuperar la confianza?

-Al mercado muchas veces le gusta juzgar con el diario del lunes. A mí me parece que ha hecho un supertrabajo. Más allá de eso, hay medidas para tomar. Las que hemos tomado ayudaron mucho a llevar calma. Lo que hemos visto en estas 48 horas es una prueba de eso. Pero, por supuesto, vamos a seguir tomando medidas. Tengo varias cosas en carpeta.

-¿Hubo un abuso de las Lebac?

-No diría un abuso. Creo que es consecuencia de las políticas propias. Ahora que hay más demanda de dólares es un buen momento para revertir esta situación.

-Ese tema no estaba en la agenda hace unas semanas.

-Sí, lo teníamos. Y Federico también. Era algo que veíamos hacía un tiempo. Lo llevamos al Fondo. Fue una propuesta mía. Y lo estábamos hablando con Federico.

-¿Tienen un nivel de dólar en la cabeza?

-No. La verdad que no. El objetivo es que el mercado funcione normalmente. Si hay disrupción, la trataremos de corregir.

-¿Hay atraso cambiario?

-No, no hay atraso cambiario. Hoy tenemos el tipo de cambio real más alto de los últimos nueve años. Hoy atraso no hay, definitivamente.

-Las pymes tienen problemas para financiarse a este nivel de tasas, ¿van a bajarlas?

-Estamos al tanto y nos solidarizamos con ese problema, pero en la situación en la que estábamos la semana pasada la prioridad era normalizar. Es un tema que nos preocupa. Estamos viendo alguna medida dentro del BCRA para contribuir a una baja de tasas para las pymes.

-¿Créditos subsidiados?

-No, no tiene que ver con eso, sino con algo regulatorio.

-¿Y la tasa de política monetaria podría llegar a bajar?

-Va a depender de cómo evolucionan estas medidas que estamos tomando. Hoy hay una tasa real significativamente alta, pero la circunstancia lo amerita.

-¿Qué herramientas usará para llegar a la meta de inflación?

-La más importante es que cortamos desde este mes el financiamiento del BCRA al Tesoro. Le pusimos fin a la maquinita. Es algo trascendental. Después tenemos la tasa y una reducción más acelerada del déficit fiscal. Habrá una política fiscal y monetaria más equilibrada de lo que había en el pasado.

-¿Había descoordinación fiscal y monetaria?

-Ahora va a haber más cohesión.

Fuente: La Nación