Con la algarabía por la cumbre del Grupo de los 20 aún fresca, y horas después de que la ministra Patricia Bullrich defendiera en forma enérgica el nuevo Reglamento General para el Empleo de Armas de Fuego de la Policía Federal, la diputada Elisa Carrió, principal socia del Gobierno, salió a criticar en durísimos términos la nueva disposición, de la que dijo que "viola los derechos humanos fundamentales".

"Nosotros no vamos a ir al fascismo. Esto no significa que la Policía no tenga el poder para mantener el orden, pero a la ministro se le va la mano", arremetió la líder de la Coalición Cívica en su cuenta de Twitter, en lo que asoma como un nuevo capítulo en los cortocircuitos entre la diputada y la Casa Rosada que se multiplicaron en los últimos meses.

Ayer, el Gobierno aprobó la nueva disposición policial por decreto, que permite, entre otras modificaciones, que los efectivos policiales puedan disparar sin dar la voz de alto. "El 99% de la gente muere a manos de los delincuentes", justificó Bullrich.

En la tarde de este martes, en declaraciones radicales, la ministra incluso había resaltado que el cambio en el uso de armas por parte de la Policía tuvo la aprobación presidencial: "Le pareció muy bien (a Macri)", dijo Bullrich. 

Por el contrario, la furia de Carrió radica no solo en el decreto en sí. Si no en que además no fue consultada, según confiaron sus colaboradores.

La arremetida de la líder de la CC llega en el peor momento de la relación con Macri, con quién no habla desde el quiebre por el pedido de juicio político de la diputada contra el ministro Germán Garavano. Desde ese cruce, a mediados de octubre, que la dirigente se alejó de las principales discusiones y decisiones del Gobierno.