Neuquén, 16 de marzo.- Un incendio generado al parecer por la explosión de una garrafa en la casa de guardaparques arrasó con unas 400 hectáreas de bosques nativos en los alrededores del lago Tromen, en el Parque Nacional Lanín, donde unos cincuenta turistas debieron ser evacuados por bomberos.

El fuego, que hoy era combatido por brigadistas en un frente de más de diez kilómetros, comenzó en la tarde de ayer al parecer en forma accidental tras la explosión de una garrafa de gas, explicó a la prensa local el coordinador del sistema provincial de Manejo del Fuego, Gerardo Isasi.

El incendio de bosques también destruyó un camión y viejas instalaciones cercanas al Centro de Informes del Parque Nacional Lanín, donde se inició, mientras una oficina de Gendarmería Nacional ubicada en la zona debió ser evacuada.

Más de un centenar de efectivos, entre brigadistas, bomberos, policías, gendarmes y personal del Ejército integran los comandos que combaten las llamas.

Grupos de turistas que ayer realizaban un paseo en la zona cercana al volcán y el lago Tromen fueron evacuados en 50 vehículos, en el marco de un plan de prevención ante la presencia del fuego.

Asimismo, un brigadista neuquino sufrió un golpe durante las tareas para extinguir las llamas, por lo que también fue evacuado y llevado a un hospital para ser asistido.

Isasi señaló hoy a la prensa neuquina que el fuego seguía fuera de control, por lo cual se implementó un operativo con brigadistas de la provincia, las ciudades de San Martín y Junín de los Andes, el helicóptero de la gobernación y ayuda del Plan Nacional de Manejo del Fuego.

La zona afectada por el incendio se encuentra cerca del volcán Lanín, la aduana del Paso Internacional Mamuil Malal y una estancia.

Ante ello, Isasi aclaró que "no corre peligro el casco de la estancia, pero se evacuaron las oficinas de Gendarmería".

El coordinador provincial dijo que el fuego, según se presume, se generó en la casa de los guardaparques debido a la explosión de una garrafa, pero se trata de un dato extraoficial".

Isasi destacó que las lluvias de esta mañana permitieron que "el fuego se mantenga en superficie y bajara de las copas" de los árboles.

Esa situación favoreció en parte la tarea de los brigadistas que combaten los incendios, pese a que el fuego seguía expandiéndose sobre la superficie por la sequía imperante en las tierras.

En ese marco, el personal de emergencias de Neuquén fue puesto en estado de alerta ante la magnitud del incendio.