Algunas precauciones como evitar el sol entre las 10 y las 16, llevar sombrero y anteojos y utilizar cremas protectoras ayudan a prevenir el cáncer de piel, un riesgo que crece durante el verano, cuando los especialistas insisten en la importancia de adoptar conductas saludables.

El mayor factor de riesgo es la exposición a la radiación ultravioleta (UV) de la luz del sol, su principal fuente, y de las camas solares, cuyo uso es desaconsejado en general y en particular para las personas menores de 35 años.

El aumento de la incidencia de esta patología en los últimos 50 años "hace de la prevención de la exposición a los rayos UV un problema de salud pública", sobre todo porque también han aumentado "los comportamientos de riesgo frente a la exposición solar debido a que estar bronceado se ha convertido erróneamente en sinónimo de aspecto saludable", advirtió el Instituto Nacional del Cáncer (INC).

La estrategia preventiva de las autoridades sanitarias nacionales para que estar al sol no se convierta en un riesgo incluye recomendaciones simples como evitar la exposición directa en el horario de 10 a 16, buscar lugares a la sombra, cubrir la piel con ropas livianas y claras y usar anteojos oscuros y sombrero. Es importante aplicarse productos de al menos 20 FPS (factor de protección solar) y no exponer, al sol directo, a los bebés menores de un año.

Hace casi 2 décadas, cuando se conoció el deterioro de la capa de ozono, en muchos países comenzaron el nivel de radiación UV y medidas de precaución, entre ellas proteger la parte posterior del cuello -área que muchas veces no es tenida en cuenta pese a que en ella los rayos impactan con fuerza- para prevenir los cánceres cutáneos. Estos son los que se forman en los tejidos de la piel y pueden obedecer a diversos factores, como las quemaduras solares reiteradas o la exposición a radiación UV a largo plazo.

Los principales tumores de piel son los carcinomas y los melanomas, que aunque son mucho menos frecuentes su evolución puede ser de peor pronóstico, detalló el INC.

El melanoma, el más grave de los cánceres de la piel, es "curable, siempre y cuando sea diagnosticado tempranamente. Se manifiesta esencialmente por la aparición de una pequeña área pigmentada sobre la piel sana, o por la modificación del tamaño o del color de un lunar", indicó el INC.

En estos casos el tumor se desarrolla cuando se tornan malignos los "melanocitos", las células que elaboran la melanina, pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos y actúa como protector natural de la radiación solar.