Movilización. La sesión de ayer en el Senado estuvo acompañada por una movilización ante las puertas del Congreso de miles de integrantes de organizaciones sociales.

La prórroga de la Emergencia Alimentaria hasta 2022 y la ampliación del monto a distribuir por el Gobierno nacional fue aprobada ayer y convertida en ley por la Cámara de Senadores de la Nación, luego de un debate de casi tres horas.

La iniciativa era reclamada por diversas organizaciones sociales ante el agravamiento de la crisis económica. El proyecto impulsado por la oposición, que ya había sido aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados, recibió ayer por unanimidad el visto bueno del Senado.

La iniciativa, que en ambas Cámaras fue debatida en sesiones especiales, sin discusión previa en comisiones ante la urgencia del asunto, establece extender hasta finales de 2022 la ley de

emergencia alimentaria decretada en 2002, tras la grave crisis del 2001, y cuya última prórroga caducaba en diciembre próximo.

La norma aprobada ayer impulsa la creación del Programa de Alimentación y Nutrición Nacional y establece un incremento de al menos el 50 por ciento en las partidas presupuestarias de este año destinadas a políticas públicas de alimentación y nutrición.

Este aumento implicará un costo fiscal adicional este año de 10.000 millones de pesos, según

la Oficina de Presupuesto del Congreso.

La sesión de ayer en el Senado estuvo precedida por una movilización ante las puertas del Congreso de miles de integrantes de organizaciones sociales que reclamaban la aprobación de la norma ante el recrudecimiento de la crisis.

El formoseño Luis Naidenoff fue el único representante del oficialismo que hizo uso de la palabra y logró incomodar a legisladores del peronismo. Como el formoseño José Mayans quien, notablemente exaltado, exigió que le dieran la palabra luego de la votación, aunque la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, ya había levantado la sesión.

En su discurso, el radical formoseño criticó las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner: "Tuvieron tiempo, gobernaron 12 años con recursos, con commodities y con poder: tuvieron mayoría en ambas cámaras, gobernadores que los acompañaron, y un poder sindical y empresarial que también acompañó".

En esa línea, Naidenoff dijo que "cuando uno asume en default, con cinco tipos de cambio, con una economía cerrada, con socios poco recomendables como Irán y Venezuela, y sin margen porque te dejaron sin reservas, ¿cómo financiás un Estado?".

Previamente, el jefe del bloque peronista, Carlos Caserio, calificó como "una tragedia" que la Argentina tenga la capacidad para alimentar a 400 millones de personas y "no pueda resolver el hambre de diez o quince millones de habitantes".

No obstante, dijo que "estamos delante de políticas económicas equivocadas" y enfatizó que "nadie quiere que esto se salga de cauce porque, si eso ocurre, vamos a vivir una crisis muy profunda".

En la discusión no estuvo presente ninguno de los dos candidatos a vicepresidente de las principales fuerzas políticas que disputarán las elecciones en octubre. La compañera de fórmula de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra visitando a su hija Florencia, internada en Cuba. El peronista Miguel Ángel Pichetto, quien comparte la boleta con el presidente Mauricio Macri, faltó porque, según sus voceros, está de campaña.

Fuentes: "El hambre, construcción política"

Desde la bancada kirchnerista, el senador Marcelo Fuentes dijo que "el hambre es una construcción política". "El hambre en Argentina, con los recursos que tiene, es una construcción política", argumentó el legislador de Neuquén. Para Fuentes "hubo decisiones políticas deliberadas" e insistió en que las ejecuta "una banda que viene a recuperar lo que perdieron con la estatización de las AFJP, con las retenciones y con toda política igualitaria". "Ya se están yendo. Pero si esto no ha ardido todavía es porque el pueblo tiene la esperanza de votar en octubre y que este calvario que han construido ustedes (en relación al oficialismo) ya termina", vaticinó.

  • Los puntos principales del proyecto

El proyecto aprobado establece que la Emergencia Alimentaria se prorroga hasta 2022 y se dispone un aumento del 50 por ciento de las partidas destinadas a las políticas nacionales de alimentación y nutrición contempladas en el presupuesto de este año.

Además faculta al jefe de Gabinete a "disponer las ampliaciones y las reestructuraciones presupuestarias" para poder destinar fondos para aplicar esta ley.

También se autoriza a partir del 1 de enero del año 2020, y hasta que dure la emergencia, al jefe de Gabinete de Ministros de la Nación a actualizar trimestralmente las partidas presupuestarias correspondientes a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición, tomando como referencia el aumento de la inflación y la variación de los productos de la canasta básica.

A lo largo de la ley se establece que "el derecho humano a una alimentación adecuada se asume como una política de Estado que respetará, protegerá y promoverá un enfoque integral dentro de un marco de políticas públicas contemplada en cada Ley de Presupuesto de Gastos y Recursos de la Administración Nacional que apruebe el Congreso de la Nación".

También se fija que la Sindicatura General de la Nación, en orden de auditor interno del Poder Ejecutivo Nacional, instrumentará de manera anual un control periódico respecto de la aplicación de recursos y gastos. La iniciativa, que fue impulsada por la oposición y el oficialismo decidió acompañarla, prorroga hasta el 31 de diciembre de 2022 la emergencia.