Un congreso organizado por la desplazada conducción del Partido Justicialista (PJ) nacional aprobó ayer la creación de una comisión de acción política, integrada por distintos sectores partidarios, para buscar "la unidad" de cara a las elecciones de 2019, pero el encuentro, dominado casi por el kirchnerismo, no contó con representantes de los gobernadores referenciados en el peronismo federal.

El club Ferro, en el barrio porteño de Caballito, fue epicentro del congreso que tuvo dos interpretaciones antagónicas, ya que para el peronismo bonaerense y afín al kirchnerismo fue "importante para armar un nuevo espacio todos unidos", mientras que para algunos mandatarios peronistas "fue un congreso K". Los discursos bregaron por la unidad pero contrastaron con los espacios vacíos que dejaron los gobernadores Juan Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba) y el jefe de los senadores nacionales de Argentina Federal, Miguel Pichetto. El clima cordial tuvo sobresaltos por el arribo de dirigentes que estaban alejados, como Andrés Larroque. El órgano aprobó por una unanimidad la creación de la mesa de acción política, que estará conformada por el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, y el jefe de los diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi.

En el congreso nacional se apeló a la unidad para volver al gobierno en 2019 y hubo duras críticas a la administración de Mauricio Macri. Los encargados de cerrar el encuentro fueron los diputados Felipe Solá y Agustín Rossi. El legislador del Parlasur Eduardo Valdéz se animó a especular que esa "sería una buena fórmula presidencial". Rossi señaló que el encuentro "es muy valioso para que deje de gobernar Macri". El desplazado de la conducción del PJ, José Luis Gioja, indicó que la comisión tendrá como finalidad "lograr la unidad del peronismo".

Télam