El plan inicial de Cristina fernández de Kirchner era que la vicepresidenta saliente Grabiela Michetti le tomara juramento a ella primero para habilitarla y ya como nueva presidenta del Senado tener el privilegio y la foto de tomarle juramento a Alberto Fernández como nuevo presidente de Argentina. El Gobierno de Mauricio Macri aceptó el deseo de la expresidenta que tenía el guiño del propio presidente electo. Con el paso de los días, y con el veredicto de varios constitucionalistas, lo equipos de transición recapitularon y acordaron apegarse a la ley y el plan original se desechó. Pero quedó flotando la incertidumbre porque se había cerrado el capítulo sin consultar a Cristina. Sin embargo, ayer, en el primer cara a cara de la transición, Michetti y Cristina Kirchner acordaron respetar el protocolo de la jura presidencial que se llevará a cabo el próximo martes 10 de diciembre, cuando se realice el recambio del gobierno.

De ese modo, tal como resolvieron los equipos de Mauricio Macri y de Alberto Fernández, será Michetti quien le tomará juramento al futuro binomio presidencial.

La actual vicepresidenta encabezará la Asamblea Legislativa, le tomará juramento a Cristina Fernández de Kirchner y luego hará lo mismo con Alberto Fernández, quien recibirá los atributos del presidente saliente.

La reunión entre Fernández de Kirchner y Michetti duró más de una hora y se celebró en las oficinas de la Presidencia del Senado.

El encuentro transcurrió a solas y, según trascendió, fue en "muy buenos términos" y se tocaron algunas cuestiones protocolares.

Durante la reunión, además, Michetti le mencionó los números que deja en las cuentas del Senado. En ese aspecto, CFK le sugirió que sean el secretario Administrativo saliente, Helio Rebot y el entrante, María Luz Alonso, quienes resuelvan esas cuestiones.

Además, Michetti le recordó a su sucesora que será quien tenga el deber de inaugurar las obras de remodelación del Palacio Legislativo. Por ejemplo, los vitrales de los pasillos del edificio que estarán listos para enero, mientras que la fachada nueva del Congreso podría estar terminada en febrero.

Antes de este encuentro, Cristina se juntó con su tropa en el Senado a quienes animó a trabajar solitos y avanzar en las leyes que sean necesarias. También pidió "mantener la unidad y no cometer los errores del pasado".

El encuentro se llevó a cabo en las oficinas de la presidencia de la bancada que encabeza el formoseño José Mayans, ubicadas en el segundo piso del palacio legislativo.

Allí, por espacio de 45 minutos, la futura jefa del Senado mantuvo un encuentro cara a cara con unos 40 integrantes del Frente de Todos.

Los únicos que faltaron fueron el tucumano José Alperovich, con licencia tras haber sido denunciado por abuso sexual; y la misionera Magdalena Solari, quien sufrió un accidente doméstico y no está en Buenos Aires.