Serena, clara, contundente y con la chispa de ironía que siempre le pone a sus discursos, la presidenta Cristina Fernández negó ayer que el país esté en default pese a no lograr un acuerdo con los holdouts, a quienes acusó de querer ‘tumbar‘ al país, pidió tranquilidad a todos los argentinos y anunció que todas las decisiones sobre la deuda serán ‘sometidas al Congreso‘.

En su primer acto público tras el fracaso de las negociaciones con el mediador del juez Thomas Griesa en Nueva York, la Presidenta le quitó dramatismo a la situación de default que enfrenta el país al señalar que Argentina ‘sigue andando‘.

A reglón seguido, la primera mandataria renovó sus críticas a Griesa y al mediador Daniel Pollack, y pidió a ‘los legisladores, a la oposición, a los argentinos‘ que se ‘queden tranquilos‘ porque el Gobierno nacional no hará ‘nada fuera de la ley‘ y reclamó ‘unidad monolítica‘ para ‘defender lo que hemos logrado‘.

La Jefa de Estado advirtió que ‘sería muy fácil, por el tiempo‘ que resta de su mandato ‘firmar‘ un acuerdo con los holdouts, pero advirtió: ‘No quiero pasar a la historia como pasaron otros, como pasó Bernardino Rivadavia con el préstamo de la Baring Brothers, no quiero pasar a la historia como el megacanje y el blindaje‘.

En un acto en el que anunció un aumento de 17,21 por ciento para todos los jubilados (ver página 16), la Presidenta afirmó que ‘no nos negamos a pagar, queremos hacernos 100 ciento responsables de la deuda en forma justa y sustentable‘, y dijo que los fondos buitres rechazaron entrar al canje de deuda ‘porque quieren la sentencia casi usuraria‘ que les da 1.000 por ciento de rentabilidad.

Al hablar por cadena nacional, Cristina destacó que ‘hubo más de 100 académicos pidiendo en el Congreso de EEUU que intervenga, porque van a dañar la plaza financiera (estadounidense) y los países se van a ir a reestructurar deuda a Londres y Luxemburgo‘.

Además, aludió a la presunta propuesta de banqueros privados que querían intervenir para comprar la deuda a los fondos buitres y destrabar el conflicto: “Para ser San Martín no hace falta que te pongan en la tapa de un diario conservador” sino que se precisa el “coraje de decir cómo son realmente las cosas”.

Acompañada por gobernadores y funcionarios, recordó un discurso del expresidente Néstor Kirchner pronunciado en febrero de 2004 en San Nicolás, en el cual señalaba que era hora de que ‘el mundo le ponga freno a los fondos buitres y a los bancos insaciables que quieren seguir lucrando con la Argentina que está quebrada‘.

‘Los mismos que dicen que hay que arreglar a cualquier costa son los mismos que nos endeudaron‘, leyó Cristina, evocando a cuando Kirchner se refirió a la situación de la deuda argentina en 2004.

La jefa del Estado se refirió a las calificadoras de riesgos y les advirtió que ‘van a tener que inventar una nueva palabra‘ porque default ‘es no pagar, no impedir que se cobre‘. También reiteró que todo lo que haga el Gobierno en materia de deuda externa “pasará por el Congreso” y estará sometido a la Constitución Nacional, y pidió a los argentinos ‘que se queden tranquilos, que no vamos a hacer nada que esté fuera de la ley‘.

Reiteró que si el Gobierno permitía que se aplicara la cláusula RUFO, que impide mejorar la oferta que aceptaron los bonistas reestructurados, el país se convertiría nuevamente no ya en ‘provincias inviables sino en un país inviable‘. Sobre como puede seguir la negociación -hoy hay una reunión de urgencia convocada por Griesa- dijo que “negarse al diálogo, sea con quien sea, es un absurdo en el mundo contemporáneo’.