El sacerdote José Nicolás Alessio, expulsado por la curia cordobesa tras haberse manifestado a favor del matrimonio homosexual, aseguró ayer que la Iglesia "tiene actitudes absolutamente autoritarias" y "patéticas", y consideró que la institución "no va a dejar que nadie opine de una manera diferente".

Alessio, quien afirmó que no apelará su separación, dijo que "la jerarquía de la Iglesia se cree tan dueña de la verdad que piensa que puede dogmatizar incluso sobre lo civil, lo que escapa la esfera de lo religioso". En declaraciones a radio Mitre, el cura remarcó que fue sancionado a pesar de que "jamás puse en duda de que, para la Iglesia, los católicos cristianos, el sacramento sea entre un varón y una mujer.

Lo que dije es que las personas homosexuales tienen derecho a casarse en el ámbito civil como cualquier ciudadano". Consideró que su remoción "es una actitud autoritaria como las que más: \'Acá el que piensa distinto será castigado, será sancionado\', muy obsecuente con una línea romana que se quiere imponer castigando".

El año pasado, Alessio -de 53 años- se manifestó a favor del matrimonio homosexual, lo que derivó en un juicio canónico sin precedentes en Córdoba, por su velocidad y la gravedad de su veredicto: el Tribunal Interdiocesano de Córdoba le prohibió ejercer el sacerdocio y le ordenó dejar la casa parroquial en la que vivió 27 años.