El ministro de Planificación, Julio de Vido, ofició ayer de vocero del gobierno nacional para cuestionar la protesta del 18A, a la que vinculó con quienes ‘vienen a tocar la cacerola para ir a Miami‘, pero desde la oposición interpretaron la descalificación como ‘impotencia‘ de la Casa Rosada, a la que pidieron que ‘escuche‘ el reclamo de la sociedad.

Después de cuatro días de silencio, el Gobierno a través de De Vido, en medio de un acto con intendentes, salió a desacreditar la multitudinaria marcha del jueves que se extendió en distintos puntos del país contra las políticas de la Casa Rosada: ‘Los trabajadores, los jubilados y los pensionados gastan en la economía local, no vienen a tocar la cacerola acá para ir a Miami‘.

Las declaraciones del funcionario generaron duras réplicas de parte de dirigentes de todo el arco opositor, que reclamaron al oficialismo que ‘escuche‘ las demandas de la sociedad.

El titular del bloque de diputados del radicalismo, Ricardo Gil Lavedra, afirmó que en lugar de desacreditar la protesta ‘lo que tiene que hacer el gobierno es escuchar‘ para ‘no seguir profundizando la brecha‘ con la sociedad. Por su parte, el jefe del bloque de diputados del Frente Peronista, Enrique Thomas, advirtió al gobierno que ‘no le falte el respeto al pueblo argentino‘ porque ‘se van a llevar una gran sorpresa en octubre‘.

El presidente del FAP, Hermes Binner, aseguró que hay un ‘malestar‘ en la ‘población‘ que ‘no encuentra respuestas a sus problemas en el gobierno y en las instituciones‘. Mientras que el titular del PRO a nivel nacional, Humberto Schiavoni, aseguró que las declaraciones son ‘una muestra de la impotencia en la que está sumido‘ el gobierno.

Por su parte, el diputado kirchnerista Carlos Kunkel salió a cuestionar al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien señaló que ‘no se pueden negar los problemas de la gente‘. ‘Scioli debe atender los pedidos de los intendentes, en vez de preocuparse por el 18A‘, afirmó, e ironizó: ‘Parece que cuando habla de atender los reclamos se refiere a los reclamos de los intendentes o al de los directores de los hospitales cuando atrasa el envío de los fondos‘.