El exministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido, cuestionó ayer la actitud de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de manifestar que "no" ponía "las manos en el fuego" por "nadie", y consideró que "nada se quema, sólo desilusiona y a veces mucho".

En una carta titulada "La Mano en el Fuego", el diputado detenido en la cárcel de Ezeiza (provincia de Buenos Aires), advirtió que en la Argentina "el estado de derecho está roto o simplemente no existe" y, al denunciar que está preso en dos causas "sin juicio ni condena previa", habló de "hipócritas de uno y otro lado".

Además, volvió a manifestarse inocente en los casos por presunta corrupción en la compra de gas licuado y el desvío de fondos en la mina de Río Turbio, y aseguró: "Estoy detenido sin juicio previo en dos causas por delitos que no están probados, y de los que nunca pude haber sido el actor por falta de acción".

El pasado 11 de octubre la ex jefa de Estado fue consultada en una entrevista con radio Con Vos sobre si ponía las manos en el fuego por su exministro de Planificación, y respondió: "Las manos en el fuego no las pongo ni por De Vido ni por nadie. Las manos en el fuego, por mí y por mis hijos, por nadie más". En ese marco, recordó cuando la exmandataria le quitó su apoyo: "Días anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo que también en el Congreso, fue cuando alguien dijo al ser consultado de mi gestión que no ponía las manos en el fuego por nadie salvo por su entorno familiar íntimo; todo muy simultáneo; todo muy coincidente; demasiado explícito".

"En realidad yo no conozco a nadie, y usted lector seguramente tampoco, que ponga las manos en el fuego y no se queme, créame que Antonio Torquemada (el máximo impulsor de la Inquisición) tampoco", manifestó, aunque se confundió ya que el inquisidor fue Tomás de Torquemada y el citado por él se trata de un autor español.

Fuente: DyN