Eduardo Durañona, el abogado del vicepresidente Amado Boudou, declaró ayer en la causa sobre presunto tráfico de influencias en el que quedó involucrado el estudio jurídico del ex Procurador General de la Nación Esteban Righi, desde donde contradijeron la versión con la presentación de un escrito. Durañona declaró ante el fiscal federal Jorge Di Lello que las reuniones entre Boudou y los abogados Ana María García, la mujer de Righi; María José Labat, la esposa del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y Fabián Musso, fueron varias y no solo la que denunció Boudou, dijeron fuentes judiciales. El vicepresidente había denunciado que en 2009, cuando era titular de la Anses, los abogados fueron a verlos para ofrecerles sus servicios de lobby para ‘aceitar lazos‘ con los jueces y fiscales federales de los tribunales de Comodoro Py 2002. La declaración de Durañona fue presenciada por García y Musso, quienes tras la audiencia presentaron un escrito en la Fiscalía en el que contradijeron la denuncia de Boudou y sus dichos de sobre cómo fueron los hechos. El vicepresidente denunció el hecho en el Senado durante una conferencia, luego de que la Justicia ordenara allanar uno de sus departamentos en Puerto Madero. Más tarde presentó la denuncia en la Justicia para que se investigue un presunto tráfico de influencias por parte del estudio del ex procurador, en la cual dijo que Durañona había participado de esa reunión, por lo que lo propuso como testigo. Los dichos de Boudou provocaron la renuncia de Righi. Boudou también denunció que el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, le pidió una coima para evitar que la empresa Boldt disputara con la ex Ciccone el negocio de la impresión de billetes. Por ese hecho, hoy está citada la secretaria de Boudou, Natalia Soto. Ésta es la única de las tres causas vinculadas a Boudou y que tramitan en la fiscalía de Di Lello que ya arrancó.
