
YPF afronta un conflicto en la Justicia de los Estados Unidos, donde buscan que se haga cargo de los daños ambientales que provocó la firma Maxus en las décadas del 50 y del 60 en ese país y le reclaman una cifra de 14.000 millones de dólares, más del doble de su valor bursátil.
“La causa no es por un daño ambiental que generó YPF. Cuando compramos Maxus, la empresa que había contaminado no era más de Maxus”, advirtieron desde la petrolera al diario Los Andes.
Puntualmente se habla de Dioxin, uno de los mayores contaminantes del mundo, que en las instalaciones de Diamond Alkali utilizaban para elaborar el defoliante Agente Naranja, químico que las tropas de los Estados Unidos arrojaron en la Guerra de Vietnam.
Con el tiempo, Diamond Alkali pasó a llamarse Diamond Shamrock y fue adquirida por Tierra Solutions, una subsidiaria de Maxus. En los 80, Maxus se la vendió a Occidental Petroleum Corporation (Oxy). La denuncia por contaminación se resolvió en 2012, cuando la Justicia falló en contra de Maxus y Tierra.
Y la historia sumó un nuevo capítulo cuando Oxy le reclamó la quebrada Maxus que se haga cargo de la multa que aplicó la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para sanear el río Passaic. El costo de limpieza se calculó oficialmente en alrededor de 261 millones de dólares por kilómetro.
Finalmente, el Fideicomiso de Liquidación de Maxus Energy Corporation (a cargo del proceso de quiebra que iniciaron las autoridades de YPF en junio de 2016) decidió transmitirle la responsabilidad a la petrolera estatal argentina.
A través de un comunicado que enviaron a la Bolsa, desde YPF aseguraron “no han causado contaminación ambiental alguna asociada al río Passaic ubicado en Nueva Jersey ni en ningún otro sitio relacionado con dicha adquisición”.
En YPF, las novedades se conocieron el pasado miércoles, cuando llegaron las notificaciones a dos de sus subsidiarias, YPF Holdings y CLH Holdings. El reclamo ahora asciende hasta los 14.000 millones de dólares y especialistas del sector advirtieron que la cifra es “irrisoria”, teniendo en cuenta que el valor financiero de la empresa estatal no supera los 6.000 millones de dólares.
La compañía argentina adelantó que, en caso de ser notificada válidamente, se defenderá “de cualquier acusación de que las operaciones corporativas referidas en el reclamo, las cuales se realizaron de acuerdo a las normas de gobierno corporativo y demás normativa aplicable, hagan responsable a YPF ante Maxus o sus acreedores”.
Fuente: Los Andes
