El secretario general de la Presidencia argentina, Aníbal Fernández, aseguró ayer que tiene ‘totalmente claro‘ que el fiscal fallecido Alberto Nisman no escribió la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento terrorista, y la calificó como una ‘burrada‘.
Para el funcionario, Nisman no tuvo nada que ver con la denuncia porque no pudo haber escrito ‘esa burrada‘ un hombre ‘formado‘ y con experiencia en el derecho. ‘Hay alrededor alguien con intereses de otras características‘, apuntó a su llegada a la sede del Gobierno, antes de señalar que ‘primero les servía vivo para presentar la denuncia‘ y ahora ‘les sirve muerto‘.
Fernández declaró que la Presidenta argentina presentará denuncias contra todos aquellos ante los que tenga ‘elementos‘ para hacerlo. Además, volvió a definir la denuncia como ‘absolutamente endeble‘ y, en concreto, restó valor a las escuchas porque ‘lo que dicen son cosas que dicen que dijeron terceros‘ y se trata de informaciones ‘improbables‘, difíciles de demostrar, y ‘que no se pueden juzgar de ninguna manera‘.
El secretario General de Presidencia ya había tratado de hacer hincapié en que son llamativas las razones que llevaron al fiscal a retornar repentinamente al país: ‘Seguimos sin saber por qué vino y quién lo llama para que venga‘.
Pero además se encargó de poner en duda la hipótesis de que el funcionario judicial se mató. (Instantes después, Cristina Kirchner expresó que está ‘convencida de que no fue suicidio‘).
‘Nunca dije que fue un suicidio‘, aclaró Fernández.

