Después de las denuncias contra un geriátrico en Temperley, otro establecimiento en una localidad bonaerense fue clausurado tras una denuncia que estremece.

A través de la Comisaría de la Mujer de Tres Arroyos, familiares pusieron en conocimiento las deplorables condiciones en las que se encontraban los ancianos alojados en un hogar ubicado en la calle Güemes al 1300 de esa ciudad. Según consta en el expediente que ahora tramita en la Justicia, los abuelos eran obligados a comerse su propio excremento.

Sin embargo, la escena fue todavía más impactante para los efectivos policiales que se apersonaron al lugar. Algunos de sus residentes presentaban fracturas óseas sin el tratamiento médico adecuado, como también sarna y piojos, según difundió LU24.

Al momento del allanamiento, en el cual tomó intervención el fiscal Carlos Lemble, titular de la UFIJ Nº13, fueron encontrados dos paquetes de salchichas vencidas como único alimento y en el patio se localizaron pañales usados.

Tras el macabro hallazgo, la Secretaría de Desarrollo de la Municipalidad de Tres Arroyos, en conjunto con Región Sanitaria de Bahía Blanca procedieron a la clausura del establecimiento, que tampoco poseía luz en algunos de sus ambientes.

En tanto, los abuelos fueron traslados por ambulancias del Hospital de Tres Arroyos para ser revisados y aplicarles las curaciones necesarias. No trascendió aún el nombre del titular del geriátrico ni su situación procesal.