Las autoridades porteñas confirmaron ayer un nuevo caso de fiebre amarilla en una mujer de 45 años que había viajado a Brasil, que se suma a otra detección sucedida la semana pasada, que supuso la primera infección importada en varios años.

En un comunicado, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, donde residían tanto la mujer como el joven de 28 años infectados, informó de que ambos no estaban vacunados y habían estado en zonas de riesgo de Brasil. Desde el gobierno de la Capital explicaron que los dos pacientes dieron positivo en la enfermedad en las pruebas de sangre y orina, tras lo cual se puso en marcha el sistema de vigilancia epidemiológica, con las acciones de investigación y control correspondientes.

Los síntomas de la fiebre amarilla son fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio, según datos de la Organización Mundial de la Salud, que apunta también que una pequeña proporción de los pacientes infectados presentan síntomas graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días. Las autoridades recomiendan vacunarse a las personas que viajen a las zonas de riesgo.