Los estudios de ADN realizados sobre muestras de sangre y cabello encontradas en la vivienda que ocupaba Alberto Urrutia, único detenido por la desaparición de Sofía Herrera, no corresponden a la niña fueguina, por lo cual el hombre podría quedar en libertad.

Las muestras fueron tomadas de la vivienda que ocupaba Urrutia en el camping donde desapareció la niña el 28 de septiembre de 2008.

Fuentes ligadas a la investigación manifestaron que los resultados de los elementos recolectados no se corresponden con el ADN de la familia Herrera, por lo cual quedó descartado que puedan pertenecer a la niña.

"Todo pareciera indicar que pruebas certeras y contundentes en contra de Urrutia no existen, por ese motivo podría recuperar su libertad aunque seguiría vinculado a la causa e incluso podría ir a juicio", dijeron las fuentes consultadas.

El juez que entiende en la causa, el titular del Juzgado de Primera Nominación de la Zona Norte Eduardo López, recibió los resultados obtenidos luego de los trabajos del Geo Radar, que tampoco indicaron remoción de tierra en el camping John Goodall, salvo excavaciones efectuadas por los antropólogos.

Este dato indica que tampoco hubo excavaciones luego de la desaparición de la niña con el objetivo de ocultar elementos.

Fuentes judiciales estimaron que esta causa podría llegar a juicio antes del 3 de agosto, aún cuando no se haya logrado encontrar ningún rastro sobre el paradero de la niña.