Buenos Aires, 9 de febrero – El Ministerio de Salud de la Nación recomendó hoy a la población adoptar una serie de medidas para prevenir el síndrome urémico hemolítico, que es ocasionado por una bacteria y afecta principalmente a los menores de 5 años.
En Argentina ese síndrome es una enfermedad endémica y existen alrededor de 400 nuevos casos por año.
El informe del Ministerio precisó que la patología se transmite principalmente por alimentos contaminados por una enterobacteria denominada ‘escherichia coli‘, que vive en los intestinos de los humanos y animales, especialmente en el ganado.
El síndrome puede contraerse durante todo el año, pero presenta mayor incidencia sobre todo en los meses cálidos.
Algunas recomendaciones para la prevención del síndrome hemolítico son:
-Lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de comer y luego de tocar carne cruda.
-Cocinar muy bien las carnes, especialmente las picadas (71 grados o más por un segundo como mínimo).
-En los locales de comidas, exigir que las hamburguesas estén bien cocidas.
-No utilizar el mismo cuchillo, tabla o mesada en contacto con carne cruda sin antes lavarlo bien con agua y detergente.
-Lavar bien frutas y verduras crudas.
-Consumir productos lácteos pasteurizados.
-Utilizar agua potable para lavados y aseo personal.
El síndrome se manifiesta por una diarrea con sangre y además los niños pueden tener palidez, irritabilidad, convulsiones y orinar poco.
Esa enfermedad es la primera causa de insuficiencia renal aguda en menores de 5 años, puede causar la muerte o dejar secuelas para toda la vida, como daños en los riñones e hipertensión arterial.
La bacteria que produce el síndrome se encuentra frecuentemente en el intestino de los bovinos sanos y otros animales de granja y llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal, durante el proceso de faena o su posterior manipulación.
Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo debido a que durante el picado la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla en la cocción.
Pero no solamente puede encontrarse en las carnes sino también en el agua, la leche sin pasteurizar y las verduras, que pueden contaminarse por contacto con las heces de estos animales por ejemplo, las verduras por riego con aguas servidas y la leche durante el ordeñe.