Los dos principales bloques de la Cámara de Diputados, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, depusieron el enfrentamiento y se encaminaban anoche a acordar una nueva prórroga por 30 días hábiles del funcionamiento parlamentario remoto, lo que le permitirá al Gobierno avanzar con la sanción de las leyes más importantes -entre ellas el presupuesto 2021-.

En una reunión en la que participan los jefes de todos los bloques de la Cámara Baja, se acordó que, de ahora en más, las sesiones seguirán siendo mixtas, con mayoría de diputados conectados de manera remota pero, a la hora de discutir los proyectos más conflictivos -la reforma judicial y la nueva ley de movilidad jubilatoria-, la ecuación se invertirá y la sesión será presencial, con una minoría de legisladores conectados de manera remota, anticipaban ayer medios nacionales.

Esa minoría estará integrada por aquellos que integren los grupos de riesgo que establece el aislamiento, como también por quienes soliciten a la presidencia de la Cámara su participación virtual.

Sergio Massa, presidente del cuerpo, deberá buscar un lugar amplio que garantice las condiciones sanitarias cuando se celebren las sesiones presenciales. La reunión, que se celebraba en el Salón de Honor de la presidencia de la Cámara, era encabezada por Massa y participaban el jefe de bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, acompañado por Cecilia Moreau, la vicejefa de la bancada; los líderes del interbloque de Juntos por el Cambio Cristian Ritondo (Pro), Mario Negri (UCR), y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). Sitios digitales especializados mencionaban que las leyes que suscitan mayor discusión podrían tratarse de forma presencial, aunque no en el recinto, sino en un estadio más amplio que garantice el cumplimiento de las medidas sanitarias.