Siete expolicías bonaerenses fueron condenados ayer a 25 años de prisión al ser hallados culpables de una impresionante balacera en la que se dispararon más de 200 tiros, en lo que se denominó ‘La Masacre de Wilde’, el emblemático caso de ‘gatillo fácil’ registrado en 1994 en esa localidad, en el cual fueron asesinados cuatro hombres.

A 28 años del hecho -en total transcurrieron 10.752 días-, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora condenó a los excomisarios Roberto Mantel y Eduardo Gómez, los exoficiales Osvaldo Lorenzón, el exsubteniente Pablo Dudek, los exoficiales Julio Gatto y Marcelo Valenga, y el excabo Marcos Rodríguez como coautores del delito de ‘homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, reiterado, cuatro hechos y homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, un hecho en grado en tentativa y todos en concurso real entre sí’.

Los magistrados dispusieron además los siete condenados sean detenidos cuando el fallo quede firme.

‘Cuando escuché 25 años, me lamenté porque no fue perpetua. Pero cuando terminaron de leer, razoné que es lo máximo que les pueden dar por homicidio. Por la edad que tienen, sabemos que van a morir presos. Esperemos que no les den prisión domiciliaria’, dijo Raquel Gazzanego, viuda de Edgardo Cicutín, una de las víctimas de la ‘Masacre de Wilde’, tras el veredicto.

Durante la sentencia los familiares de las víctimas -que vestían con pecheras blancas con sus nombres- alzaron carteles que decían ‘Justa justicia es perpetua para todos’ mientras escuchaban el veredicto, y luego de que finalizó estallaron en lágrimas.

La denominada ‘Masacre de Wilde’ ocurrió el 10 de enero de 1994, en dicha localidad del sur del conurbano bonaerense, donde fueron asesinados de varios disparos al ser confundidos con delincuentes Cicutín, Norberto Corbo, Enrique Bielsa y Claudio Mendoza.