En alza. La divisa estadounidense volvió a subir ayer y acumula un crecimiento de 64% en lo que va del año.

 

El dólar volvió a marcar un nuevo récord y se vendió en entidades bancarias a $31,54, siete centavos sobre el anterior máximo histórico del viernes pasado cuando cerró a $31,47, según el promedio diario que realiza el Banco Central, que ayer retomó sus intervenciones.

La divisa estadounidense marcó un nuevo récord, a pesar de las dos subastas que realizó la entidad presidida por Luis Caputo. La primera en que ofreció hasta U$S 300 millones y el monto adjudicado fue de U$S 100 millones con un precio promedio de corte de $30,87. Y otra subasta pasadas las 13, en la que se ofertaron nuevamente U$S 300 millones y se adjudicaron U$S 110 millones a $30,85.

En el segmento mayorista, la divisa cerró a $30,95, siete centavos más que el valor en que terminó el viernes.

En la región, las monedas se aprecian frente al dólar. En Brasil, el real avanza 0,61%, al igual que el peso chileno (0,42%) y el colombiano (0,53%). La bolsa sube liderada por la tendencia impuesta por acciones del segmento energético, en un contexto de reducidos negocios por la poca participación de inversores institucionales.

El Merval sube un 1,55%, tras acumular la semana pasada una baja del 4,5%. La semana pasada, el tipo de cambio en la Argentina dio otro salto y se depreció 3,5%. De esta manera, llegó al 12,7% en lo que va del mes y al 64% en lo que va de 2018. Se trata de pérdidas porcentuales contra el dólar que, en casi todos esos plazos, resultan superiores a las registrada por la lira turca (moneda que cae 58% en el año y a cuya debacle se hizo cargo parte de la devaluación del peso que siguió una vez terminada la corrida cambiaria local) y la del real (cae 24% en el año, tras ceder 4% esta semana).

Hasta el viernes pasado, la estrategia del Banco Central era no intervenir salvo que se disparara la cotización. Básicamente para no perder reservas. Pero la suba en el arranque de la semana convenció a la entidad que conduce Luis Caputo de ofrecer cientos de millones para calmar a los mercados. Por el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y porque la prioridad es mantener un tipo de cambio flotante con intervenciones mínimas, el Gobierno no tiene intenciones de vender reservas para frenar la escalada porque no quieren caer, otra vez, en la zona del "atraso cambiario". Los máximos se anotaron en el arranque cuando las primeras operaciones pactadas se hicieron en los $31, diez centavos arriba del cierre anterior.