La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) renovará la totalidad de sus autoridades y comisiones, en el marco de la asamblea plenaria que se reunirá en la provincia de Buenos Aires. Su actual titular, el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, no podrá ser reelegido para la presidencia del organismo, ya que cumple dos mandatos.

Las elecciones episcopales se producirán en el marco de la asamblea plenaria de un centenar de obispos, que se reunirá entre hoy y el sábado en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar. Mañana es el día fijado para iniciar las votaciones, que continuarán hasta el viernes.

Arancedo ejerce la presidencia del Episcopado desde noviembre de 2011 y, tras seis años al frente del cuerpo, no puede ser reelegido, ya que ése es el máximo tiempo que permite el estatuto de la CEA.

El candidato "natural" a sucederlo es el actual vicepresidente primero del cuerpo, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, aunque otro potencial candidato en danza es el obispo de San Isidro y titular de Cáritas, Oscar Ojea, según fuentes eclesiásticas.

Mario Poli buscará convencer a sus pares de que es la mejor opción para continuar edificando esa Iglesia "pobre y para los pobres" que promueve el papa Francisco. Poli intentará conseguir la presidencia de la CEA en las elecciones del organismo: es "número puesto" a ocupar el cargo que dejará Arancedo tras dos trienios al frente del episcopado. Tiene a su favor ser el cardenal primado del país, una jerarquía que la lógica eclesial respeta al momento de votar. También cuenta con la "bendición" del papa (Jorge Bergoglio), quien lo designó su sucesor en Buenos Aires en 2013, aunque en ambientes eclesiásticos advirtieron que la relación entre ellos es "algo distante" en los últimos meses.

Poli enfrenta, sin embargo, a un grupo "más bergoglista" que no apoya su elección, porque considera que el purpurado se "cortó solo" en temas delicados. Entre otros planteos, le atribuye a Poli haber auspiciado la apertura de un espacio de reflexión interna sobre los hechos de la última dictadura militar, para avanzar en la reconciliación de los argentinos. Un punto que generó críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia.

El grupo "más bergoglista" respalda la candidatura presidencial de Ojea, obispo de San Isidro.

El grupo "más bergoglista" respalda la candidatura presidencial de Ojea, antiguo colaborador de Bergoglio en Buenos Aires. Sondeos consignan un empate técnico entre Poli y Ojea. Tendencia que puede volcarse para uno u otro lado después de las reuniones en círculos menores "para conversar sobre los posibles candidatos", programadas para mañana en el marco del plenario electivo. Menos certezas hay sobre los nombres que acompañarán a quien sea electo presidente: Según la agencia de noticias DyN, en la lista de "candidatos" a las dos vicepresidencias aparecen Andrés Stanovnik (Corrientes), Eduardo Martín (Rosario), Jorge Lozano (San Juan) y el propio Ojea. Según sondeos previos, para integrar las vicepresidencias de la comisión ejecutiva se menciona también al rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), Víctor Manuel Fernández, según la agencia oficial de noticias Télam.

"Las elecciones en la Conferencia Episcopal no son una lucha de poder para ser el "jefe" de la Iglesia de un país, sino una forma de elegir a quienes asumen el servicio de organizar las tareas que los obispos se proponen realizar en común", recuerdan desde el Episcopado cada vez que se realizan sus comicios cada tres años.

Para las votaciones, cada candidato necesita los dos tercios de los votos para ser elegido tanto en una primera vuelta como para una segunda, y en caso de no alcanzar ese número se define en una tercera vuelta entre los dos más votados.