La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que consultará a los miembros del organismo respecto de la propuesta argentina de modificar la política de sobretasas para los países que tomaron deuda con el organismo por encima de su cuotaparte. Lo hizo en declaraciones oficiales distribuidas luego del encuentro que mantuvo con el presidente Alberto Fernández hoy en Roma.

“Tuve una reunión muy positiva hoy con el presidente Alberto Fernández de Argentina. Fue un verdadero placer conocer finalmente al presidente Fernández cara a cara, que destacó los beneficios del diálogo en persona. Hablamos sobre la necesidad urgente de continuar luchando contra la pandemia de Covid-19 para preservar vidas y medios de subsistencia, así como los desafíos únicos que enfrentan los países de ingresos medios. En este sentido, discutimos la importancia de la cooperación global para asegurar una recuperación económica más equitativa y duradera especialmente en los países vulnerables. También discutimos los esfuerzos importantes que están realizando las autoridades argentinas para abordar los profundos desafíos sociales y económicos que enfrenta el país, que se han visto agravados por la pandemia. Con ese fin, expresé mi solidaridad con el pueblo argentino en estos tiempos difíciles”, dijo la número uno del organismo internacional.

“También nos comprometimos a continuar trabajando juntos en un programa respaldado por el FMI que puede ayudar a Argentina y a su gente a superar estos desafíos, fortaleciendo la estabilidad económica, protegiendo a los más vulnerables y sentando las bases para un crecimiento más sostenible e inclusivo”, agregó.

“Tomé nota de la solicitud del presidente Fernández de reformar la política de sobrecargos del FMI y consultaré con nuestros miembros sobre este tema” (Georgieva)

“También tomé nota de la solicitud del presidente Fernández de reformar la política de sobrecargos del FMI y consultaré con nuestros miembros sobre este tema”, se comprometió Georgieva.

“Nuestro objetivo sigue siendo ayudar a Argentina a construir un futuro económico próspero para todos”, concluyeron las declaraciones oficiales.

Reunión en Roma

Georgieva y Fernández mantuvieron esta mañana una reunión de una hora y cuarenta minutos en el hotel Sofitel de Villa Borghese. A la salida, los dos participantes hablaron de una reunión “constructiva” y se refirieron a la solicitud argentina de modificar los sobrecargos.

“Fue gratificante conocer al Presidente finalmente en persona; fue una reunión muy constructiva”, dijo Georgieva al salir. A su vez, detalló: “Discutimos cómo podemos seguir trabajando de manera constructiva para comprometernos en avanzar hacia un programa”.

En la misma línea fue el discurso de Fernández: “Fue una reunión muy productiva, en la que se habló con mucha franqueza. Ambos expresamos nuestras voluntades de resolver la deuda argentina, pero hay que encontrar un camino de solución que no signifique postergar al pueblo argentino que la está pasando todavía muy mal. La vocación es encontrar un acuerdo lo más rápido posible, pero en los términos que hablo”.

 Fernández apuntó: “Ella es muy consciente de la situación que vive el mundo y América Latina y la situación de la Argentina en América Latina. Ahora, esto es una negociación, todo finalmente queda reducido a eso”.

“Yo insistí en mis planteos que tienen que ver con la reducción de las sobretasas, extender los plazos, y entender que hay que comprender la singularidad del mundo, y que no podemos pensar en un acuerdo que exija mayores esfuerzos al pueblo argentino”, completó.

Sobrecargos

Los recargos que cobra el FMI en los préstamos a ciertos países están bajo revisión hace varios años. Recientemente, el G24 instó al organismo a suspender esa política en medio de la crisis global que generó la pandemia de coronavirus Covid-19.

Los recargos dependen de la cantidad y el tiempo de crédito pendiente en préstamo del Fondo. Están diseñados para generar ingresos que permitan al organismo acumular saldos de precaución y desalentar el uso excesivo y prolongado de los recursos del FMI por partes de países miembro. Se paga una tasa de 200 puntos básicos sobre el importe de un crédito pendiente de pago que supere el 187,5% de la cuota de un país en el organismo.