El sindicalismo opositor realizó ayer el tercer paro nacional contra el gobierno de Cristina Fernández, con un acatamiento que fue motivo de polémica, pero desde la Casa Rosada rechazaron los reclamos gremiales y se negaron a reabrir las paritarias y modificar el Impuesto a las Ganancias. Por esa razón, los sindicalistas anunciaron la realización de nuevas protestas que incluirán marchas, incluso a la Plaza de Mayo.

El Gobierno salió a minimizar la protesta por considerar que no ha ‘sido un paro general y mucho menos nacional‘ y lo calificó de ‘político‘ y un ‘fracaso absoluto‘.

Pero para Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, convocantes de la huelga, ‘casi el 85 por ciento de los trabajadores‘ adhirió, aunque desde el Gobierno se aseguró que ‘la gran mayoría del pueblo concurrió a trabajar‘ y se denunció que la protesta fue realizada para ‘provocar un daño económico‘.

Moyano consideró que la gente que ‘se sumó a esta jornada de protesta buscó expresar su bronca, su mal humor por las cosas a las que no da respuesta el Gobierno‘, mientras que Barrionuevo anticipó más protestas, con marchas a la Plaza de Mayo, si no tienen respuestas.

El oficialismo salió en bloque a cuestionar la huelga y los piquetes en accesos de todo el país, y hasta la presidenta Cristina Fernández, a través de Twitter, se refirió al tema y aludió a un presunto ‘atentado‘ contra las nuevas formaciones del Sarmiento. En el marco del paro, agrupaciones de izquierda realizaron desde temprano piquetes en los principales accesos a la Capital Federal donde hubo forcejeos entre la Gendarmería y los manifestantes, así como en otros puntos estratégicos del interior del país como en las provincias de Santa Fe, Tucumán, Chubut, Mendoza y Santa Cruz.

El paro nacional impactó de manera dispar en los servicios de transporte público, por la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de no adherirse a la protesta. Sin embargo, los colectivos metropolitanos, en su mayoría, circularon con normalidad, aunque con pocos pasajeros.

Los mayores problemas para transitar se produjeron como consecuencia de la adhesión al paro de trenes y aviones. Sí lo hicieron subtes (salvo la línea B y el premetro) y taxis.

En el interior del país el transporte público funcionó en forma parcial.

A modo de respuesta a la medida de fuerza, el Gobierno nacional a través del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseveró que la modificación del impuesto a las ganancias ‘no es prioridad‘, rechazó reabrir las paritarias, tal como reclamaron los gremios opositores, y denunció que el paro se realizó para ‘provocar daño económico‘.

En respuesta, Moyano sostuvo que ‘el Gobierno está tratando de justificar que la pérdida de puestos de trabajo va a continuar‘, y aseguró que más que la inflación, ‘están bajando los salarios‘. Asimismo, afirmó que la administración de la presidenta Cristina Fernández ‘niega la realidad‘ y ‘está mintiendo‘, por lo que evaluó que esa actitud los ‘obliga a tener que profundizar este plan de lucha‘. En ese contexto, anticipó que con sus pares del sindicalismo opositor van a analizar ‘en los próximos días‘ futuras acciones de fuerza contra el gobierno nacional.

‘Esperamos respuestas sino tendremos que reunirnos nuevamente, pero quédense tranquilos porque la próxima vamos a estar en la calle y no vamos a hacer el acto en el Patio de las Palmeras (de la Casa Rosada), lo vamos a hacer en la Plaza de Mayo‘, agregó Barrionuevo. (DyN-Télam).