Mientras avanzan las mesas de negociaciones para empezar a delinear el cronograma de ajustes de tarifas para después de junio, el Gobierno ya impuso la primera medida que marca, por lo menos para un sector, una línea de acción hacia dónde pretende ir la Casa Rosada a partir de mitad de año.

Según informaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo, la cartera que comanda Matías Kulfas y de la que depende la secretaría de Energía, dispondrá mediante una resolución la reducción de la remuneración que perciben las generadoras de energía “spot” y su pesificación. Adicionalmente se dispondrá la pesificación de las remuneraciones por generación de energía de las centrales hidroeléctricas binacionales.

Desde el entorno de Kulfas señalaron a Infobae que esta medida implica que el costo de la generación de energía “caerá aproximadamente de 69 a 60/62 dólar por MWH y redundará en una baja importante en los costos de generación de energía. El segmento de la generación tiene un impacto del orden del 50% en la factura de electricidad que llega a los hogares”.

Pero, por otro lado, la medida también implica una caída en el costo que hoy tiene que afrontar el Gobierno en subsidios, porque esta cambio implicaría, según las fuentes oficiales, “un impacto de unos USD 300 millones anuales en los ingresos de las empresas”. Visto desde el otro lado del mostrador, significa para el Estado un ahorro similar en el costo de los subsidios que paga la administración nacional en la generación de energía

“La medida es una iniciativa del ministro Kulfas que está a la firma del secretario de energía y alcanza a la generación vieja, o spot, comprendida en la Resolución 1 que recibe una remuneración definida por la autoridad de aplicación”, agregaron las fuentes oficiales. “La generación de las centrales hidroeléctricas binacionales se pesifica pero no se reduce su remuneración. La medida será de aplicaciones para las transacciones correspondientes a febrero 2020”, dijeron cerca de Kulfas.

Entre 2015 y 2018 esa remuneración aumentó un 60%, a partir de una decisión del gobierno de Macri.

Pero la medida que parece una decisión aislada ya había sido adelantada por Kulfas cuando le explicó al Fondo Monetario Internacional que la intención de la administración Fernández era trabajar sobre los costos de la generación de la energía porque entendías que ahí “hay grasa para cortar". Pero, además, significa la puesta en marcha de las negociaciones de cara a junio porque, aunque hoy no tenga un impacto directo en las boletas, ya que las tarifas están congeladas, sí cambiaría la relación de fuerza para discutir hacia adelante. “No es lo mismo si tienen la tarifa atada al dólar que al peso, en esta segunda opción podés discutir aumentos más moderados”, dicen en Desarrollo Económico.

Alberto Fernández lo había adelantado a pocos días de asumir cuando, en la gira por México, se refirió a las compañías de servicios públicos y los reclamos de tarifas que ante “la carencia de dólares que tiene el país, no puede ser que siga con las tarifas dolarizadas cuando el resto de la economía no lo está. Eso dije desde el primer día que debería ser revisado. Ahí en más veremos lo que nuestra economía permite y todos deberán hacer un esfuerzo. Todos y todas. Todas por las energéticas”.