Buenos Aires, 20 de enero.- Tras el asesinato de un hombre en La Plata, provincia de Buenos Aires, el ministro de Justicia, Julio Alak, reconoció la necesidad de promover un nuevo marco jurídico que apunte a reforzar la seguridad y a readaptar a los menores que delinquen.

Alak admitió que "el asesinato de Fabián Esquibel en La Plata por parte de unos jóvenes delincuentes es un hecho tremendo que nuevamente pone en análisis la necesidad de promover una ley penal juvenil".

En este sentido solicitó que ese debate "no tenga solamente el objetivo de incriminación de los jóvenes, sino también de reinclusión social". El ministro reconoció que "se trata de un tema de gran complejidad, cuyo análisis lo tiene el Congreso" y recordó que "es importante tener en cuenta que ningún niño nace delincuente, pero es necesario establecer sistemas en los que puedan ser reeducados".

Destacó además que "el tema de la droga es un mal endémico mundial, contra el cual hay que luchar con toda intensidad" y subrayó la importancia de "seguir adelante con los planes que el país tiene en marcha, que eviten que se repitan circunstancias como éstas".

Por su parte, representantes de la oposición salieron a reclamar reformas al régimen penal juvenil, y apuntaron contra el Gobierno al recordar que hay una ley que trata el tema trabada en Diputados.

El titular de la UCR y precandidato a presidente, Ernesto Sanz, contestó que la posibilidad de debatir una nueva ley penal juvenil depende de una decisión política del Gobierno. Al respecto, Sanz recordó que el senado promovió un proyecto para la creación de una ley integral que se encuentra trabada en Diputados "por una discusión bizantina acerca de la baja de la edad de imputabilidad".

El dirigente radical dijo al respecto que la intervención del Estado en la prevención del delito "es algo ineludible" y consideró que "acá hay un Gobierno que no se ha hecho cargo ni de la prevención ni de la aplicación de la ley una vez cometido el delito".