Ya zanjada la discusión por la ley de emergencia alimentaria, que tras el aval de Mauricio Macri será aprobada en el Senado el próximo miércoles, el Gobierno apunta a que los piquetes cesen de cara a la campaña y puso en duda su legitimidad al vincularlos a las ambiciones electorales de la oposición y asegurar que hay "una utilización política de la protesta y en términos del manejo de la calle" .

Este mediodía, al cabo de la reunión de Gabinete, fueron los ministros Germán Garavano (Justicia) y Guillermo Dietrich (Transporte) quienes endurecieron el discurso oficial contra las manifestaciones, en línea con lo que días atrás había dicho el candidato a vicepresidente Miguel Pichetto, y consultados por las últimas jornadas de protesta, expusieron que "no es la solución" a los problemas de los argentinos. 

"Lo que nosotros vemos es que más allá de algunos reclamos que puedan tener Justicia, claramente hay una utilización política de la protesta y una utilización política en términos del uso de la calle", dijo Garavano, en la habitual conferencia de prensa que se realiza en la Casa Rosada tras cada encuentro que encabeza el Presidente.

Según el ministro de Justicia "no es bueno el abuso de este tipo de manifestaciones, afectando el tránsito, afectando el trabajo y a miles de argentinos. No es la solución".

Más: expuso que "este miércoles saldrá la ley de emergencia alimentaria, que apunta a que el Gobierno tenga capacidad para mover partidas si fueran necesarias para asistir a aquellos comedores y lugares donde se necesita una ayuda de emergencia", pero estimó que las protestas no respondieron a un reclamo por ese tema "sino que tienen que ver más con cuestiones en su mayoría políticas".

No aludió concretamente al kirchnerismo, pero la frase se da horas después de que se desatara la polémica por la distribución de los planes sociales. Clarín reveló que de los 200 mil planes que reciben los movimientos sociales, el 90 por ciento los nuclea el triunvirato de San Cayetano que agrupa a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie (línea Somos) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), hoy referenciados en el Frente de Todos. 

A su turno, Dietrich destacó que la visita de Macri a Salta durante este fin de semana "fue muy positiva". "La recepción de la gente fue muy espontánea y genuina", diferenció. "Es algo muy positivo que haya millones de personas que siguen convencidas que es importante continuar este camino de transformación en la Argentina", se envalentonó. 

De vuelta con tono de campaña, Garavano resaltó además que "el ministro Dante Sica está trabajando en lograr un acuerdo" con los empresarios para el pago de un bono "que proteja a los trabajadores para pasar esta situación difícil".

Un caso aparte es el tema Venezuela. Garavano se refirió a la situación de ese país y, si bien esquivó afirmaciones que vinculen a un eventual gobierno kirchnerista con el régimen chavista en materia económica, para no desatar una confrontación entre Macri y Alberto Fernández que pueda impactar en los mercados, indicó que "se agudizó la sensación de temor" de residentes venezolanos en la Argentina a un eventual regreso de los K. ¿Cómo lo advirtió? El funcionario lo explicó: fue cuando se refirió a las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos que decidió recopilar el Gobierno en los últimos meses, una medida que se coló en la campaña rumbo a las PASO y que redundó en un informe que se remitirá en los próximos días a la Corte Penal Internacional (CPI).

"(Los venezolanos) siempre expresaron mucho temor por la posibilidad de que personas del régimen tomaran información o los identificaran. Y a partir de esta victoria electoral que tuvo el Frente de Todos, claramente esa sensación de temor se agudizó e hizo que prácticamente no se hicieran nuevas denuncias", graficó.