Mendoza, 20 de noviembre.-El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García, se pronunció en contra de la iniciativa de “tolerancia cero” al alcohol al volante, la cual recibió ayer dictamen favorable en comisiones del Senado.
El titular del ente llevó al plenario otras alternativas, como aplicar la restricción solo a conductores novatos, manteniéndola para los profesionales.
También elevó a consideración de los legisladores el implementar sensores especiales en los vehículos que impidan el arranque en el caso de que el conductor haya consumido alcohol en exceso.
García considera que eliminar la tolerancia de 0,5gr/l atentará contra la industria vitivinícola en general, por lo que intenta buscar un punto de equilibrio entre el interés común de la seguridad vial y el de los productores.
“Estuvimos defendiendo la posición de la vitivinicultura junto con la COVIAR, Bodegas de Argentina y el Fondo Vitivinícola de Mendoza. La verdad que es un tema muy difícil de sentar en este plenario de comisiones de Hacienda y Presupuesto, de Justicia y Asuntos Penales; y de Infraestructura, Vivienda y Transporte”, opinó el titular del INV.
La viabilidad de las propuestas de los bodegueros se complica, ya que chocan de frente con el apoyo del ministro de Transporte, Florencio Randazzo, y de buena parte de los legisladores al proyecto.
“Como funcionario nacional, estoy absolutamente de acuerdo con todas las medidas que permitan avanzar en mejorar los controles y las penas para la siniestralidad vial. Pero como parte de la industria vitivinícola, no queremos que se alteren los valores de tolerancia cero para profesionales; 0,2 g/l para motociclistas; y 0,5 g/l para particulares”, explicó García.
La herramienta técnica propuesta por el INV prevé una implementación gradual que comenzaría por los vehículos que requieren de habilitación profesional para su conducción.
De esta forma los sensores podrían aplicarse primero a camiones y colectivos y alcanzar “en dos o tres años” a los vehículos particulares.
Randazzo, firme con la "tolerancia cero"
Al defender la iniciativa en el Salón Azul del Senado nacional, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, indicó: "Queremos que el que toma alcohol, por poco que sea, no pueda manejar".
"El objetivo es salvar vidas. Está comprobado que la mínima ingesta de alcohol triplica el riesgo de sufrir un siniestro vial", sostuvo.
Acompañado por familiares de víctimas de accidentes de tránsito, el funcionario precisó que el 23% de los siniestros viales están vinculados con la ingesta de alcohol.
Explicó que el desagregado de las estadísticas revela que el 78% de casos positivos en controles de alcoholemia se dio en automóviles, el 15% en motocicletas, 4% en pick up y apenas un 1% en ómnibus y 1% en camiones. "La notable diferencia de alcoholemias positivas entre las categorías profesionales y particulares muestra que cuando existe prohibición total en la ingesta, los niveles de cumplimiento también son más altos", subrayó.
Randazzo comentó que "la idea es que rija sobre las rutas nacionales y que después los municipios y las provincias adhieran".
También, aseveró que "desde que se creó la Agencia Nacional de Seguridad Vial disminuyeron los accidentes en el país" y sostuvo que "esto (por la ley) es una política de Estado, va a quedar en el tiempo más allá del gobierno de turno, porque fundamentalmente tuvo un único objetivo que es salvar vidas".
El proyecto de modificación a la ley de tránsito también otorga el poder de policía a la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), regula como categoría de vehículo automotor a los triciclos motorizados y cuatriciclos, y fija la pena de arresto para quienes protagonicen "picadas".
Asimismo, establece controles de velocidad promedio sobre un tramo de la ruta y fija las edades mínimas para conducir en 21 años para las clases de licencias c, d y e (profesionales de carga o transporte de pasajeros), 17 años para lo que se conoce como particular de autos y 16 años para ciclomotores sin pasajeros.