El Papa Francisco llevó adelante ayer la misa de canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, la laica conocida como Mama Antula, que hoy se convirtió en la primera santa argentina de la historia. En la previa, el sumo pontífice recibió un afectuoso saludo y abrazo del presidente Javier Milei, quien luego participó de la actividad religiosa. Se trató de la antesala de la audiencia que ambos mandatarios tendrán hoy en el Vaticano.

El gesto entre ambos jefes de Estado fue una señal de que las diferencias quedaron atrás, sobre todo cuando Milei había lanzado fuertes cuestionamientos contra el Papa.

En la misa, el Papa proclamó que Mama Antula "sea honrada devotamente entre los santos en toda la Iglesia". De esa manera, la creadora de los ejercicios espirituales, nacida en lo que entonces era la provincia de Tucumán, en 1730, actualmente Santiago del Estero, y fallecida en Buenos Aires en 1799, se convirtió en la primera santa de la historia del país. Había sido beatificada en 2016 y, en octubre pasado, Francisco aprobó le aprobó un milagro atribuido a su "intercesión" en la sanación de Claudio Perusini, quien se recuperó de un "ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico" gracias a la intercesión de la laica consagrada.

En el plano del encuentro, el presidente saludó a Francisco en la sacristía de la basílica vaticana, en su rol de jefe de la delegación argentina. "Es un momento muy importante para la historia argentina", dijo Milei a la prensa dentro de la Basílica, en donde estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; por la canciller Diana Mondino; por el ministro del Interior, Guillermo Francos; y por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, entre otras autoridades.

Tras la misa, Francisco se acercó a saludar a Milei en su silla de ruedas antes de dejar la Basílica y se despidieron con un abrazo. Según registraron las cámaras, en el primer encuentro se escuchó al Papa preguntarle al presidente, en tono cómplice, si se había cortado el pelo para la ceremonia, a lo que el mandatario argentino respondió: "Lo emprolijé". A su vez, le preguntó si le podía dar un beso, a lo que el sumo pontífice contestó que sí. No fue lo único, ya que el Papa le dijo a Milei que "es un gusto verte y gracias por venir, vos que sos medio... Que Dios te bendiga", según se escuchó de los videos difundidos.

El presidente y el Papa tendrá hoy una audiencia privada desde las 9 horas de Roma.