Buenos Aires, 19 de Marzo.- Pasadas las 3 de la mañana, el papa Francisco realizó una inesperada comunicación telefónica con los miles de fieles que se encuentran en la Catedral Metropolitana, el punto de encuentro principal de las vigilias que se realizan esta madrugada para aguardar la misa con la que el ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, dará inicio a su pontificado.
Mientras los jóvenes cantaban y rezaban, la voz del papa Francisco irrumpió en la Plaza de Mayo, provocando el estallido de todos los fieles presentes y, luego un respetuoso silencio.
"Queridos hijos, sé que están en la plaza. Sé que están rezando. Gracias por las oraciones las necesito mucho", dijo el Papa a través de su llamada telefónica que fue reproducida por los parlantes instalados en las escalinatas de la Catedral. "Es tan lindo rezar. Rezar es mirar al cielo, a nuestros corazones y ver que tenemos un padre que nos quiere", agregó.
"Les quiero pedir un favor: caminemos juntos todos. Cuidémonos los unos a los otros. No se hagan daño. Cuidense la vida, la familia, la naturaleza, a los niños y a los viejos. Dejen la envidia. No le saquen el cuero a nadie", expresó. "Acérquense a Dios, Dios es bueno. Dios es padre, acérquense", añadió.
Por último, Francisco dio un último mensaje que emocionó a todos los presentes: "Acuérdense de este obispo está lejos pero los quiere mucho. Recen por mí."
En tanto, los donativos de alimentos no perecederos de los asistentes a la vigilia frente a la Catedral Metropolitana ya "garantizan comida para cuatro comedores por cuatro meses", adelantaron los organizadores.
