Los presos del kirchnerismo, la reforma judicial y la supuesta persecución judicial contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner, han sido y siguen siendo temas polémicos y de incómodo tratamiento para el presidente Alberto Fernández. Sin embargo, aun cuando hace un delicado equilibrio para no derrapar ante propios y extraños, igual le pasan facturas. 


Ayer, en la primera reunión con organismos de derechos humanos (DDHH) como las Abuelas de Plaza de Mayo, recibió pedidos especiales a favor de la libertad de la dirigente social Milagro Sala y de otros exfuncionarios K que siguen tras la rejas, y en este contexto, corrigió a sus interlocutoras y expresó que en Argentina "no hay presos políticos sino detenidos arbitrarios".


Fue una frase lapidaria que enojó a los presos K como el emblemático exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, que salió a reprocharle al Gobierno su pasividad frente a su detención y la del exvicepresidente, Amado Boudou.


Según reveló a la prensa la presidenta de las Abuelas, Estela Carlotto, al finalizar el reencuentro con Alberto en la Casa Rosada, los representantes de los distintos organismos expresaron sus preocupaciones al Presidente que escuchó atentamente. Una de ellas fueron "los presos políticos". Entonces Alberto tomó el micrófono y les hizo una aclaración, sin dar nombres: "Un preso político es una persona que fue detenida sin un proceso. En la Argentina lo que hay son detenidos arbitrarios, que es otra cosa. Es gente que podría soportar sus procesos en libertad pero los detienen porque son opositores", les respondió.


Como la definición es fuerte y trasciende la reunión con los 13 representantes de los DDHH en Argentina, ante la consulta, Carlotto ensayó un argumento. "No quiere que se diga que él tiene presos políticos, no tiene presos políticos. Son víctimas de una persecución política, que es otra cosa". 


La alegría de Carlotto y sus colegas por la vuelta de los organismos de DDHH a la Casa Rosada "después de haber estado tomada durante cuatro años", en referencia al gobierno de Mauricio Macri, contrastó con la desazón y el reproche del ministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido, quien goza de prisión domiciliaria con monitoreo mediante tobillera electrónica. "Se sienten muy cómodos con nuestras prisión, se les nota demasiado", disparó De Vido y se quejó de que la nueva administración no hace nada para que Amado Boudou y él recuperen su libertad.


"Es increíble que habiendo un gobierno del mismo signo político, nuestro vicepresidente de hace cuatro años esté preso. Como mínimo debería estar con prisión domiciliaria, junto con sus hijos y familia", sostuvo en diálogo con la radio AM 530.


Según De Vido, el único integrante del gobierno nacional que se mostró interesado por la situación de los presos K fue el viceministro de Justicia, Martín Mena, cercano a Cristina Kirchner.


De Vido también arremetió contra el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. "Cuando Katopodis habla de esclarecer obras públicas, no hace ni más ni menos que señalar con el dedo a la vicepresidente de la Nación", enfatizó. Y remarcó que Cristina Kirchner "es superior en jerarquía de todos estos tipos que llegan a los cargos en babucha de vaya a saber quién y terminan siendo fiscales de esos que los llevan a los cargos".


Enseguida, agregó: "Cuando habla de transparencia y se refiere a los gobiernos de los Kirchner, se está refiriendo a mí... Me parece que tiene que ser más moderado y una vez que haya hecho dos millones de viviendas, ahí sí analizar nuestra gestión".

Disparo al corazón

Furioso, Julio De Vido dijo que "Alberto Fernández logró una ley de ajuste que le va a permitir llevar adelante su gestión, pero en materia de Justicia ni ha empezado, es intolerable tener al vicepresidente preso y a mí con una pulsera en mi casa".

Precios Cuidados

La Secretaría de Comercio Interior avanzó ayer en el diálogo con los representantes de supermercados chinos para aplicar el programa de Precios Cuidados con una lista más acotada de unos 60 productos, y con la expectativa de lograrlo hacia fines de enero. Así lo informaron fuentes de ambos sectores, luego de la reunión que mantuvo la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.

 

  • Berni, otro frente abierto que incomoda


"Fuego amigo" o "astilla del mismo palo". Así se puede graficar el otro frente abierto impensado que agita aguas en el entorno de Alberto Fernández. El protagonista principal es el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que no dudó en salir a retrucarle al Presidente cuando salió al cruce de las críticas a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, que se opone al uso de las pistolas Taser por parte de las fuerzas de seguridad.


El domingo, en una entrevista que concedió al portal El Cohete a la Luna, de Horacio Verbitsky, el jefe de Estado le pidió a Berni que se "ocupe de la provincia de Buenos Aires" en lugar de criticar a Frederic por desestimar el uso de las armas Taser.


"Sería bueno que se ocupe de la provincia de Buenos Aires, que tiene muchos problemas para resolver, básicamente", dijo Fernández. Y aseguró que Frederic expresa lo que él cree que hay que hacer en materia de seguridad y que cuenta con su aval.


Lejos de llamarse a silencio por el reto presidencial, el ministro de Axel Kicillof retrucó ayer al Presidente y dijo que "nadie es dueño de la verdad absoluta".


Este desafió de Berni puso en un lugar muy incómodo a Kicilloff que estaría "muy enojado" según voceros de la Casa Rosada con la actitud del funcionario de la provincia de Buenos Aires. 


Para el Gobierno, Berni "parece un opositor" y critica "porque no está en Nación".


"No vamos a hacer nada. Que lo arregle su gobernador, que bastante enojado está con él", afirmaron muy cerca del Presidente.


Otro asesor presidencial explicaba las diferencias con dosis de ironía incluida. "Frederic tiene más que ver con la doctrina (Eugenio) Zaffaroni, con una política de seguridad que va por ese lado, es decir garantista. ¡Y el loco, es el loco!", descerrajó el allegado al Presidente.


La oposición de Frederic al uso de pistolas Taser, que Berni defiende, también fue refrendada por miembros de organizaciones de derechos humanos que llegaron a la Casa Rosada a reunirse con el Presidente. "Berni no debería estar en ningún gobierno popular, es un hombre de gatillo fácil, provocador, pedimos su remoción", afirmó José Schulman, referente de la Liga de Derechos del Hombre.

  • Definiciones en una larga charla en TV


El presidente Alberto Fernández convocó ayer a productores y supermercadistas a tener un "compromiso ético con la sociedad", al advertir que "no se le puede seguir ajustando a los argentinos en los precios".


"Recurro a que todos les exijamos a productores de la industria agroalimentaria, fundamentalmente, e intermediarios como los supermercadistas, a que tengan un compromiso ético con la sociedad argentina", enfatizó el mandatario en declaraciones al canal C5N. También advirtió que "la clase media se beneficia mucho" con el "Plan contra el Hambre" porque, dijo, ese sector social es "dueño de almacenes y supermercaditos, y de repente va a ver un nivel de consumo que antes no veía".


En otro tramo de la entrevista ratificó que su gobierno no tiene una "política de la denuncia, que fue lo que pasó en la gestión anterior", pero aclaró que "el que haya cometido un delito deberá responder" ante la justicia. "Tenemos la idea de que tenemos que gestionar, y si en el hacer nos encontramos con que alguien ha cometido un delito, eso será denunciado", sostuvo.


Sobre la reducción por decreto de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires que maneja la oposición, el Presidente indicó que está "seguro" de que podrá "ponerse de acuerdo" con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para avanzar en la reducción de fondos por 350.000 millones de pesos.


Sobre el plan de Uruguay para seducir a los argentinos a que emigren a ese país, Alberto consideró que a Uruguay "le costó tanto de salir de ese mote de paraíso fiscal que volver a caer en eso no es una buena idea", al referirse al proyecto del mandatario electo Luis Lacalle Pou de otorgar beneficios fiscales a los argentinos que se radiquen en ese país.


En este sentido, Fernández planteó que "el Frente Amplio, con 'Pepe' (Mujica), (Danilo) Astori y Tabaré (Vázquez) hicieron un trabajo tan prolijo para que Uruguay deje de ser un paraíso fiscal y dejar de favorecerse con el dinero obtenido espuriamente en otros lados, que si yo fuera Luis (Lacalle Pou) y me preguntara, le diría que lo pensara dos veces".


Ya en el tramo final de la entrevista, el Presidente admitió anoche que le "gustaría mucho ver" al papa Francisco y señaló que el Sumo Pontífice "sabe lo que lo valoro, quiero y aprecio, y lo que celebraría que viniera la Argentina".