Pidió licencia de sus funciones de gobernador de Chaco para tomar, literalmente, el timón del Gabinete nacional en los dos últimos dos años del Gobierno de Cristina Fernández, y apenas asumió su cargo comenzó a marcar terreno sobre cuál sería su rol como jefe de ministros. Dio definiciones sobre el rumbo económico hoy en Argentina, y hasta arrancó dando una conferencia de prensa, algo impensado para su antecesor en la Jefatura de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Su vocación dialoguista y su buena llegada con los mandatarios provinciales del oficialismo será clave para dar el debate abierto que reclaman los popes del PJ. Así lo entendió la Presidenta que ya le habría encargado a Capitanich que rearme la liga de gobernadores. Esto supone que tendrá la tarea de reunir y de contener a los caciques peronistas que se ubicaron en línea para suceder a Cristina Fernández como Sergio Uribarri (Entre Ríos), Juan Manuel Urtubey (Salta) o el propio Daniel Scioli que ya han manifestado públicamente sus aspiraciones presidenciales 2015. Por lo pronto, el flamante jefe de Gabinete ya confirmó que uno de los pilares de su gestión será el diálogo con todos los gobernadores -los convocará uno a uno- para abordar no sólo los temas políticos como la sucesión de CFK sino también dos temas clave de 2014: la reactivación de fondos para la obra pública y la cobertura financiera por deudas provinciales.
Cristina no quiere sorpresas. La liga de gobernadores es un espacio clave para la Presidenta ya que desde allí saldrá la lista única que se quede con el PJ nacional.
Todas estas señales, que pintan a Jorge Capitanich como una figura política de alto vuelo, ya generó ruido entre propios y extraños que ven en este ascenso un lanzamiento manifiesto de una candidatura presidencial 2015, aunque él mismo ya se ocupó de desmentirlo.
Una de las cosas más claras del perfil político de Jorge Capitanich es que le sobra ADN peronista, que es un experto en economía, ultra conservador y ferviente creyente católico.
El dirigente chaqueño posee una formación en el área de Economía, ya que se recibió de contador público en la Universidad Nacional del Nordeste en 1988, y tres años después realizó el Postgrado en Ciencias de la Administración en la Universidad de Belgrano, mientras que en 1999 obtuvo la maestría en Economía y Ciencias Políticas en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas.
Coqui, como le gusta que le digan, tiene 48 años, y es un verdadero camaleón. Estuvo con Menem, trabajó con Duhalde y en 2011 se convirtió en un acérrimo kirchnerista.
Con Carlos Menenm entre 1994 y 1998, se desempeñó en los ministerios de Economía y Desarrollo Social. Fue Jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde durante todo el 2002 y llevó adelante la devaluación. Sin dudas, siempre mostró capacidad de adaptarse a los cambios políticos. Pero el poder político de Capitanich es incuestionable.
En las elecciones provinciales de 2007 fue elegido gobernador de Chaco, venciendo por escaso margen al candidato del radicalismo y exgobernador Ángel Rozas, mientras que en 2011 obtuvo la reelección, esta vez con amplia diferencia. En las últimas legislativas, obtuvo el 60% de los votos, en una jornada esquiva para el kircherismo que fue derrotado en los principales distritos del país, lo que le permitió ganar terreno político y volver a plano nacional.

