Corrientes está citada el próximo domingo a las urnas para elegir gobernador en medio de una puja polarizada por el actual gobernador, Ricardo Colombi, que lidera un frente donde la UCR es el plato fuerte, y Carlos ‘Camao’ Espínola, el delfín del kirchnerismo. Y aunque hay una guerra de encuestas que dan ganador a uno u otro contrincante en primera vuelta, el candidato K apuesta todas sus fichas a lograr un contundente triunfo en la capital provincial, de la que es el actual intendente, para forzar un balotaje que le de otra chance de poner fin a la hegemonía de Colombi.

El exradical K, gobernador entre 2001 y 2005 y desde 2009 hasta ahora, busca su tercer mandato.

De acuerdo a la Constitución provincial de Corrientes, para evitar la segunda vuelta, el candidato ganador en la carrera por la gobernación necesita llegar al 45% de los votos o lograr una diferencia de 10 puntos sobre el segundo.

El consultor Enrique Zuleta Puceiro -que trabaja para el oficialismo correntino- dijo ayer en radio LT7 que sigue manteniendo “siete puntos de ventaja en favor de Colombi”, aunque admitió que “podría acortarse esta diferencia”. Según su último trabajo, ECO está por encima del 47% contra poco más del 40% del FpV.

La consultora Decisiones Empresariales también maneja esa distancia.

Por su lado, en el kirchnerismo se aferran a un trabajo de la consultora First, que da una ventaja de seis puntos para Camau (45 a 39), aunque otras amplían esa ventaja en 11 puntos.

En estas elecciones la UCR arriesga la única provincia donde gobierna, aunque cuenta con el apoyo del Peronismo disidente, el PRO, la Coalición Cívica, el Socialismo, Libres del Sur y hasta Hugo Moyano. El kirchnerismo, en tanto, está urgido de meterse al balotaje para forzar el desempate fijado para el 6 de octubre, es decir, en la antesala de las elecciones legislativas del 27 de octubre donde el oficialismo nacional intentará recuperarse del duro revés en las PASO.

Una derrota K en Corrientes sería mucho más que un mal presagio si no también confirmación de la debacle del FpV.

Más de 471 mil mayores de 18 años están habilitados para votar este domingo porque la provincia no se adhirió a los cambios nacionales para que puedan sufragar los menores de 16 y 17 años.