La Fiesta Nacional de la Vendimia, la celebraciones de mayor arraigo en Mendoza, renovó ayer su aclamación a la producción de vinos con desfiles de carrozas y la visita de dirigentes políticos nacionales, pero fue el reclamo del los productores vitivinícolas por la crisis que enfrenta el sector fue lo que dejó más tela que cortar en el mediodía cuyano.

Los productores de vinos, que realizaron una contra marcha al tradicional Carrusel vendimial, advirtieron que la situación financiera del sector era ‘insostenible‘ y que puede llevar a muchos de ellos a desaparecer, mientras el gobierno nacional señaló que ese panorama se da en el marco de ‘una profunda crisis mundial‘ y remarcó que ‘la devaluación no es la solución’.

Los viñateros sanjuaninos, en tanto, pidieron la ‘disolución’ de la Coviar.

El contrapunto se produjo durante el tradicional desayuno que la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) ofrece en el marco de la Fiesta de la Vendimia y donde el gobernador de Mendoza, Francisco ‘Paco’ Pérez, intentó recomponer los lazos con un pedido de la revisión ‘total‘ del Plan Estratégico Vitivinícola (Pevi) y la implementación de un operativo de uvas para elaborar vinos cosecha 2015 destinados a exportación. ‘El Estado va a aportar $1,00 por kilo que se pagará directo al productor, más 0,60 centavos que pagará la bodega‘, afirmó el mandatario. ‘Me van a extrañar’, sentenció ya que este es el último año de su mandato.

Durante los discursos en el hotel Hyatt, Hilda Wilhelm, presidenta de Coviar, trazó un duro panorama de la situación de los productores con críticas a la Nación que le valieron el aplauso de pie de los asistentes, entre ellos varios candidatos a gobernador y a presidente de la oposición.

Duro panorama de la Coviar

‘La vitivinicultura entera pasa por una inédita situación de gravedad con acumulación de stock que incide negativamente en el precio de la uva‘,‘, dijo la presidenta de Coviar al apuntar contra la ‘baja rentabilidad de los eslabones productivos y la cadena‘ a raíz de ‘la inflación y el valor del dólar‘. En ese marco, aclaró: ‘No estamos solicitando una devaluación como la de enero de 2014, porque la inflación borró cualquier mejora en la competitividad. Estamos solicitando un tratamiento diferencial para las economías regionales‘.

Wilhelm aseveró que un año atrás, ‘ni los pronósticos más pesimistas nos decían que iban a sumirnos en esta crisis‘. ‘La presión impositiva es asfixiante‘, denunció y llamó a productores y funcionarios ‘a aunar esfuerzos para salir de esta gravísima situación, lo que obliga a bajar drásticamente la inflación y a establecer un tipo de cambio competitivo para poder exportar‘. Sin esto, advirtió, ‘no habrá vitivinicultura. Y sin productores no habrá paz social‘. Y, añadió que ‘hasta no hace mucho tiempo, casi el 50% de las uvas que producimos se comercializaban en el exterior transformadas en vino, mosto, uva de mesa y pasa de uva. Tras recordar que los productores argentinos ‘hasta el 2008 fuimos el primer exportador mundial de mosto‘, alertó que ahora ‘hay daños que no podrán ser reparados. La vitivinicultura entera pasa por una inédita situación de gravedad‘.

La defensa de Casamiquela

A su vez, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, aludió a una ‘profunda crisis mundial‘ como una de las causas de los problemas que afectan a la vitivinicultura y aclaró que ‘desde el 2003 el Gobierno nacional participa en la discusión sobre el futuro de la vitivinicultura‘. Casamiquela señaló que la del sector era ‘una crisis compleja y que no es fácil de arreglar‘ porque, dijo, ‘no afecta a todos por igual, sino que es más dura con los pequeños y medianos productores y bodegueros‘. ‘Hay una profunda crisis mundial que no se va a resolver en el mediano plazo. Y la vitivinicultura sufre este contexto‘, argumentó en un discurso que fue interrumpido por productores que lo refutaban.

En ese marco, reiteró la puesta en marcha del Programa de Asistencia a la Cadena de Valor Vitivinícola, con el cual se pondrán a disposición 215 millones de pesos para fortalecimiento de los productores en la presente vendimia, de los cuales 145 millones los dispone el ministerio de Agricultura (100 para Mendoza y 45 para San Juan) y 70 las provincias (50 Mendoza y 20 San Juan) ‘para llegar a los bolsillos de los pequeños y medianos productores contra cualquier otro interés sectorial’. Asimismo, reiteró el acuerdo de dedicar un 35% de uva para mosto y que la liberación del vino de la próxima cosecha responda a acuerdos de tratamiento legal.

Los productores se quejaron por la ‘inacción e ineficiencia‘ de los gobiernos, en ese sentido, acusaron a los ‘funcionarios públicos de turno‘ de estar ‘condenando al quebranto económico a miles de productores que no pueden hacer frente a los gastos propios de la cosecha entre otras causas, por los bajos precios que tiene su producto’.