Rubén López, uno de los hijos de Jorge Julio López, el albañil sobreviviente de la dictadura que desapareció en 2006 durante el juicio en el que testificó contra el exrepresor Miguel Etchecolatz, aseguró que la de su padre fue una "desaparición perfecta", debido a que, a 15 años de ese hecho, la causa no tiene "pista firme".

"Nadie sabe nada, nadie habla", expresó Rubén López, quien contó que aún tiene esperanzas de "que alguien hable".

"El estaba muy ansioso por ir a declarar. Mi vieja no quería saber nada, es como que intuía que algo iba a pasar", expresó López, en alusión a la segunda desaparición del albañil y militante peronista.

Remarcó que el testimonio que brindó su padre en la audiencia del 28 de junio de 2006, en el juicio que se le siguió a Etchecolatz, fue clave para condenar al expolicía por genocidio: López pudo identificar al exrepresor como quien participó del operativo en el que fue secuestrado a fines de octubre de 1976 y como uno de los que le aplicaba tortura a él y a otros detenidos en el centro clandestino Arana.

"El tenía un profundo compromiso con aquellos que no habían podido sobrevivir, con las familias de los que vio asesinar, por eso tenía muchas ganas de declarar", contó el hijo de López.

El 18 de septiembre de 2006 fue el día en el que debían leerse los alegatos del juicio a Etchecolatz -que se seguía en el Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata- y estaba previsto que el albañil estuviera presente. Pero nunca llegó.

"Ya la noche anterior había dejado la ropa lista que iba a ponerse, había acordado quién lo iba a pasar a buscar, pero cuando mi primo llegó a la casa ya no estaba. Nunca supimos qué pasó", dijo con pesar.

"Alguien engañó a mi viejo para que saliera de la casa. La ropa que se iba a poner para el juicio quedó en la casa, salió con un jogging de entrecasa, un pulovercito verde", recordó. "Cada vez que se acerca el aniversario de la desaparición nos informan de millones de entrecruzamientos de llamadas telefónicas, pero después de 15 años eso es casi medio al cuete (sic)", lamentó.