Buenos Aires, 16 de diciembre.- El rostro de Jimena Aduriz lo dice todo. El dolor por el brutal crimen de su hija, Ángeles Rawson, y la consiguiente e incesante búsqueda de justicia dejaron huellas en esta mujer que en los últimos meses prefirió no realizar apariciones públicas.

Hoy, en una audiencia clave de la causa que investiga el homicidio y tiene como único acusado al portero Jorge Mangeri, Jimena enfrentó los micrófonos. "Estamos en manos de la Justicia y confiamos plenamente en que se va a hacer justicia y…", fueron sus palabras antes de romper en llanto.

A su lado, el papá de la joven, Franklin Rawson, les pidió a los periodistas: "Entiéndanla, la audiencia fue muy dura, tuvimos que escuchar detalles que nos hacen revivir mucho dolor, pero vamos a seguir luchando por la justicia. Hasta ahora se trabajó bien y seguiremos así sean cien audiencias más".

Consultado por el imputado, reconoció estar absolutamente seguro de que es el autor del asesinato y lo llamó a "que reconozca la gravedad de lo que hizo y se arrepienta". "Que se haga responsable de sus actos", agregó la mamá.