El dólar paralelo cedió 20 centavos o 2,17 por ciento a 9 pesos en la plaza local, y la brecha que lo separa del que se ofrece a 5,25 pesos en bancos y casas de cambio se reacomodó en 71,43 por ciento.
La divisa se comercializó ayer a 8,99 en los circuitos informales, 21 centavos por debajo de la cotización del pasado martes, que llegó a bajar 30 centavos para cerrar en 9,20 pesos. La divisa perdió en esta plaza informal más del 15% de su valor desde que el Gobierno reforzó los controles contra las denominadas ‘cuevas‘ que operan en el mercado paralelo. En la plaza oficial el dólar se depreció un centavo y se cambió a 5,19 pesos para la compra y 5,24 pesos para la venta.
Así, la brecha entre el valor del dólar en los bancos y casas de cambio y el precio que se maneja en los circuitos informales se redujo a un 71,4%. La mayoría de economistas creen que el retroceso de la divisa estadounidense en el mercado informal es temporal y vaticinan que continuará con la tendencia alcista.
‘A veces hay una sobre-reacción del dólar ‘blue‘, como ocurrió entre mayo y julio del año pasado o el mes pasado y después se dan correcciones hacia la baja como ocurre estos días‘, explicó a Efe Diego Giacomini, economista jefe de la consultora Economía & Regiones.
Giacomini señaló que la depreciación de la divisa estadounidense en el circuito informal se debe también a la expectativa de un ingreso de dólares a las reservas del Banco Central argentino gracias al proyecto de amnistía fiscal presentado por el Gobierno y al aumento del control sobre los operadores.
‘Si la política monetaria no tiene un cambio de fondo, la tendencia es alcista‘, añadió el economista, quien aventuró que si el Gobierno no corrige el rumbo, el dólar podría llegar a superar los once o doce dólares por unidad este año.
La consultora Elypsis, dirigida por el economista Eduardo Lévy Yeyati, indica en su último informe que los nuevos mecanismos propuestos por el Gobierno para hacer blanquear dólares posiblemente ‘depreciarán aún más el peso en el mercado informal‘. ‘A menos que se flexibilicen las restricciones a la compra de dólares (el proyecto de blanqueo de dólares) tendrá un efecto escaso en contrarrestar la brecha, que podría incluso ampliarse‘, concluyó Elypsis.