El dólar blue superó ayer la barrera psicológica de los $300. Por momentos llegó a tocar los $302, pero al cierre de la jornada terminó en $301. Subió $10 en relación al lunes, que había cerrado en $291. Ese aumento diario es de 3,4%. En julio trepa $63 o 26,5%.

En tanto, el dólar contado con liqui (CCL), el que utilizan las empresas para hacerse de divisas extranjeras, bajó levemente (12 centavos) a $303,80, aunque durante la rueda llegó a sobrepasar los $311.

En cambio, el dólar MEP -también valuado con el Global 2030- subió $2,60 (+0,9%) a $297,84, lo que dejó un spread del 130,6% con el tipo de cambio oficial mayorista.

En tanto, el dólar mayorista ganó 23 centavos, a 129,14 pesos. El tipo de cambio oficial escala un 25,7% en lo que va del año, contra un 45,2% que viene subiendo el dólar libre. En tanto, la brecha cambiaria entre ambas cotizaciones se asienta en el 133,1%.

El Banco Central vendió U$S120 millones ayer, cuando la demanda por importaciones de energía superó los U$S 100 millones. De esta manera, la autoridad monetaria acumula un saldo negativo de U$S 250 millones en los dos primeros días de esta semana.

Tres variables elementales pueden haber modificado al dólar blue, para terminar arriba de los $300: La incertidumbre económica y el temor a nuevas trabas para el dólar. Una gran cantidad de pesos circulando y la búsqueda de cobertura antiinflacionaria. El alza de los dólares financieros.

En tanto, respecto de lo que puede pasar, Cristian Buteler, economista experto en mercado de capitales, anticipa que podría seguir al alza en las próximas jornadas, pero, en general, considera que este nivel de precios, hoy en día, es bastante alto. De hecho, los salarios están baratos en dólares y eso es reflejo de que tenemos un dólar alto. Pero lo que suceda con el tipo cambio informal y los demás dependerá principalmente de lo que pase con la política monetaria hacia adelante, sobre todo de si vienen nuevos ajustes al cepo, de cómo se comporte la demanda de dólares financieros (CCL y MEP) y un elemento que se agrega por estas horas es que la tasa del plazo fijo tradicional no se haya subido aún en lo que va de julio.

Los cambios del CCL son "consecuencia de inversores desarmando carteras (de bonos en pesos) luego de la salida de (el exministro de Economía, Martín) Guzmán. Falta poco para que terminen las liquidaciones. No son empresas girando dólares al exterior para importar. En breve la demanda cede, y toda baja será oportunidad de compra", estimó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.

"Los operadores siguen a la espera de una suba en las tasas, tras el corredor definido, en busca de seguir recuperando un mayor apetito hacia los títulos en pesos (que frene la dolarización). En medio de un clima de cautela por eventuales nuevas restricciones, los dólares financieros se mantienen sostenidos dado que no afloja la búsqueda de cobertura, alimentada por la aceleración en la inflación", analizó Gustavo Ber, titular del Estudio Ber.

Quieren acelerar las liquidaciones

El Gobierno intentará que las cerealeras exportadoras aceleren las liquidaciones de divisas en las próximas semanas. Por la incertidumbre cambiaria, esas ventas se han desacelerado, en un escenario en el que los productores de soja también se muestran mucho más conservadores.

Según la estimación oficial, los sojeros guardan en los silobolsas alrededor de U$S 10.000 millones. De ese total, la mitad -unos U$S 5.000 millones- ya debió venderse si no fuera por el escenario de gran incertidumbre a nivel cambiario. Los chacareros retienen la mercadería, ante la duda de una devaluación inminente.

Ante ese escenario, y como es lógico, el equipo económico sostiene sentirse cómodo con el nivel actual del tipo de cambio.

Por eso, y como ya hizo antes el exministro de Economía Martín Guzmán, se abrió un canal de negociación para intentar que los productores y las cerealeras aceleren las liquidaciones. La idea es consignar una ventana de tiempo en la cual quienes vendan la soja tengan un beneficio fiscal.