El representante de Argentina en la embajada de Bolivia, Ariel Basteiro, habló sobre el caso del argentino que murió en el país vecino horas después de que fuera embestido por un camión y le negaron atención médica. “Es un hecho lamentable y no se justifica por más que uno busque respuestas”, aclaró.

“En un principio no nos enteramos por la familia, el que intervino fue al consulado de Cochabamba donde se dio la situación”, dijo Basteiro en comunicación con TN. Explicó que él tomó conocimiento del asunto cuando se hizo público recién el siete u ocho de la semana pasada, casi cinco días después de la muerte de Alejandro Benítez. “La familia se comunicó con el consulado para repatriar los cuerpos. El consulado intervino y de forma más rápida que la habitual se pudo repatriar”, aclaró el ex diputado nacional kirchnerista.

Relativizó su responsabilidad sobre el hecho y la consiguiente comunicación con la familia porque “la jurisdicción que toma cartas en el asunto es la embajada de Cochabamba”, debido a que “estos tipos de trámites los hacen los consulados, al igual que la relación con los familiares, porque la embajada no tiene capacidad operativa”, pero sí “interviene para reuniones con el Gobierno”.

Indicó que donde fue trasladado Alejandro se trata de un pueblito a más de 100 kilómetros de centros más poblados como Santa Cruz y Cochabamba y que lo que se le requería era el pago del traslado a un centro médico de mayor complejidad, porque sí “fue atendido de urgencias” en la hora y media que estuvo en la salita.

Alejandro Benítez se encontraba de viaje por Bolivia cuando chocó con un camión en la ruta

“En Bolivia hay problemas de comunicación. Es un pueblo muy chiquito que generó una demora particular y lo que solicitaba la sala de primeros auxilios eran 1000 pesos bolivianos (145 dólares). No lo estoy justificando pero hay que entender el sistema de salud boliviano”, arguyó el embajador. “Es muy eficiente y el motivo por el que le requerían no era para atenderlo, porque lo atendieron, sino para poder trasladarlo a Santa Cruz o Cochabamba, esa fue la respuesta que recibimos de Bolivia”, explicó.

Indicó que ya se organizó una reunión para las 17 entre autoridades argentinas y bolivianas “para que esto no vuelva a suceder y que se agilice el sistema de comunicación”. Ejemplifica que durante el año hubo dos o tres accidentes donde no hubo ningún cobro. Pero porque sucedieron en lugares con mejor comunicación y centro de estudios más importantes cercanos”.

Por otro lado, la Cancillería, por intermedio de su embajada en La Paz, elevó formalmente este martes una nota de protesta oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, “reclamando explicaciones y manifestando su profunda preocupación acerca de la situación del fallecimiento de un ciudadano argentino, que estaba en una situación de riesgo de vida y no tuvo el tratamiento médico necesario”.

La queja del Gobierno argentino responde a la muerte ocurrida el 3 de julio, cuando el docente salteño y jubilado Alejandro Benítez fue embestido por un camión en una curva entre la ruta que une Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba. El argentino se encontraba de viaje por Bolivia y se movilizaba en moto. Según sus allegados, le negaron atención médica y falleció.

De acuerdo a fuentes gubernamentales, la familia del argentino fallecido se comunicó con la consulado argentino en Cochabamba una vez que el mismo ya había fallecido, por lo cual no pudo tomarse intervención previamente.

LA NACION