La investigadora del área de políticas de alimentación saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), Leila Guarnieri, aseguró que "el problema más grave de malnutrición en los niños, niñas y adolescentes en nuestro país es el exceso de peso, donde incluimos al sobrepeso y a la obesidad", aseguró.

Guarnieri destacó que "según la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, el exceso de peso en menores de 5 años tiene una prevalencia del 13,6%, mientras que en el grupo de entre 5 a 17 años, la cifra alcanza al 41,1% de esta población".

"Esto resulta verdaderamente preocupante -aseguró la nutricionista- si consideramos las consecuencias negativas que tiene el exceso de peso en la salud, ya que está relacionado con el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles, como, por ejemplo, la diabetes, que hoy estamos viendo que se presentan cada vez más a temprana edad cuando antes eran consideradas enfermedades de adultos".

En cuanto a los adultos, según señaló la especialista, "esta tendencia en aumento en las cifras de sobrepeso y obesidad, alcanza al 66,1% de la población".

"Esto muestra una situación alarmante, y es el reflejo de un cambio en el patrón de consumo que se viene dando en los últimos tiempos, con un aumento de productos ultraprocesados, con elevados contenidos de nutrientes críticos como azúcares, grasas saturadas y sodio, en detrimento de alimentos recomendados como frutas y verduras", indicó la nutricionista, y subrayó que "este patrón de consumo es peor entre los niñas, niños y adolescentes que en la población adulta".

La pandemia y la cuarentena vinieron a complicar aún más esta situación.

La investigadora de FIC Argentina indicó que "sólo el 6% de la población cumple con la recomendación de consumir 5 porciones de frutas y verduras por día, y durante la pandemia se profundizó más esta problemática".

"Durante los primeros tiempos de la cuarentena, una investigación del Conicet demostró un aumento en el consumo de productos como golosinas, de gaseosas y de bebidas alcohólicas mientras que se redujo aún más la ingesta de las frutas y las verduras", dijo Guarnieri.

La especialista evaluó como muy positivo el proyecto de ley de etiquetado frontal de alimentos y bebidas, que ya cuenta con media sanción del Senado, que permitirá avanzar en cambio de hábitos positivos de consumo.

"Responde a los mejores estándares que son un sistema gráfico de octógonos negros con bordes y letras blancas, con la leyenda "exceso", en el frente típico que corresponda que pueden ser azúcares, grasas, grasas saturadas o sodio, y el sistema de perfil de nutrientes desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud, que son los umbrales mediante los cuales se determina cuándo los productos van a presentar un sello y cuándo no", concluyó Guarnieri.

Los adultos en Argentina consumen en promedio 85 litros de bebidas azucaradas por año que contribuyen con la epidemia de sobrepeso y obesidad, y anualmente provoca más de 800 mil casos de diabetes, enfermedades cardíacas, accidentes cerebro vasculares, asma y cáncer.