El juez Sebastián Casanello quedó momentáneamente al frente de las causas que radican en el juzgado federal 11, hasta ayer a cargo de Claudio Bonadio. Justamente había sido sorteado la semana pasada cuando Bonadio anunció que extendía su licencia hasta el 1 de marzo, sin justificar en esa decisión razones de salud sino vacaciones adeudadas.

Sin embargo, en los próximos días, a raíz de la muerte de Bonadio, la Cámara Federal deberá resolver quién se hará cargo del juzgado 11 por un período más prolongado. Una opción es extender por un año esa subrogancia en manos de Casanello, que había sido elegido por un mes; otra es que acercándose a marzo se sortee específicamente un juzgado que se haga cargo de las causas que instruía Bonadio por un período más largo. La decisión aún no está tomada y no había urgencias ayer para decidirlo, indicaron fuentes judiciales.

Son dos los juzgados federales que ahora se encuentran vacantes: el de Bonadio y el de Sergio Torres, quien renunció para irse a la Suprema Corte bonaerense.

Bonadio supo concentrar la atención en su juzgado por el alto impacto de las causas que investigó. Sin lugar a dudas se destacan las causas que tienen en la mira a Cristina Kirchner y el caso "cuadernos", ya que fue una mega investigación con una gran cantidad de "arrepentidos" nunca antes vista y cientos de procesados, entre ellos la actual vicepresidente como "jefa" de una asociación ilícita destinada a montar un sistema de recaudación ilegal.

Pero fue un largo camino que atravesó el enfrentamiento de Cristina Kirchner y Bonadio ya que el magistrado ya la había procesado anteriormente por fraude en la modalidad de venta de dólar futuro, por supuesto encubrimiento de la AMIA con la firma del memorándum de entendimiento con Irán, y el caso Los Sauces: todas esas causas hoy ya no están en el juzgado 11 que ocupó el fallecido magistrado sino que lo están en un tribunal a la espera del juicio oral.

Los tribunales de Comodoro Py están en la mira del Gobierno de Alberto Fernández, mientras la vicepresidenta sostiene que todas las investigaciones en su contra respondieron al lawfare, es decir un mecanismo de persecución política que se utilizó para desprestigiarla como dirigente. Ahora, se abrió una nueva vacante, un juzgado clave y que fue el principal dolor de cabeza de la expresidenta durante años.

En un comunicado, la alianza opositora Juntos por el Cambio expresó que esperan "que las causas que llevaba adelante (Bonadio) sigan el ritmo que los judiciables precisan para que la justicia llegue a tiempo y sea verdaderamente justicia".

De ambos lados de la "grieta"

 


Dirigentes del oficialismo y la oposición despidieron ayer, a través de mensajes que exponen la "grieta" en las redes sociales, al juez federal Claudio Bonadio.

Desde el oficialismo, el interventor de Yacimiento Carbonífero Río Turbio y exjefe de Gabinete kirchnerista, Aníbal Fernández, sostuvo que "la vida solo la maneja Dios y nadie se puede poner contento por lo que sucedió" y agregó: "Además, alguna vez fue un amigo y uno no deja de consternarse. No creo que la Justicia lo recuerde bien. Hay cosas en que se ha excedido".

Desde Juntos por el Cambio, la diputada nacional Graciela Ocaña sostuvo que la muerte de Bonadio implica "una enorme pérdida para la Justicia", dijo sentir "mucha tristeza" y envió sus "condolencias para sus familiares, amigos y colaboradores del juzgado". Familiares de la tragedia ferroviaria de Once también homenajearon a Bonadio.