El hacker que atacó los archivos de la Policía Federal filtró una foto de Patricia Bullrich que tenía la apariencia de haber sido tomada con la cámara web de la ministra de Seguridad. Fue a través de un grupo de abierto Telegram con casi 500 miembros que habría formado el autor del ataque.

"Te estamos observando", escribieron bajo la fotografía de la funcionaria junto a un emoji de una cara sonriente. En cuestión de minutos, la imagen comenzó a circular por las redes sociales y fue la propia Bullrich quien confirmó la veracidad de la misma.

En diálogo con TN.com.ar, la Ministra contó que se trata de una fotografía fue tomada hace cuatro años con un celular y que posteriormente fue publicada en una carpeta de acceso público de Google que también contiene imágenes de la campaña de Cambiemos.

El criminal, que usa el alias  de "La Gorra Leaks 2.0", habría tomado la imagen de esa carpeta por lo que la intimidad de la funcionaria no habría sido vulnerada.

En 2017 la jefa de la cartera de Seguridad sufrió un hackeo en su cuenta de Twitter y Gmail. "Macri Gato", decía un posteo en su cuenta de la red social en la que también publicaron su número de celular.

Investigación Federal

Este miércoles, el juez federal Luis Rodríguez ordenó una serie de medidas “técnicas y de campo” con el objetivo de intentar individualizar a los hackers que el lunes último filtraron públicamente información de la Policía Federal.

El caso fue remitido después a la justicia federal porteña desde el fuero Criminal de la Ciudad de Buenos Aires y las primeras medidas se dispusieron pasado el mediodía, luego de que el fiscal Jorge Di Lello diera impulso a la investigación.

“El suceso investigado involucraría el ingreso a las bases de datos de la Policía Federal Argentina, utilizando correos de internet apócrifos. Nos hallamos ante la obtención de información sensible que dispone la Policía Federal y que podría comprometer el ejercicio de su función”, informó una fuente judicial con acceso a la pesquisa.

El lunes #LaGorraLeaks2.0 aseguró a través del mencionado grupo de Telegram haber filtrado una serie de datos reservados de la Policía Federal y de la Policía de la Ciudad, y se adjudicó además el hackeo de la cuenta de Twitter de la Prefectura Naval.

Ese mismo día, un usuario de la red social Twitter identificado como @lagorraleaks2.0 hizo mención a que había subido en la “Deep web” información relacionada con la Policía Federal, y más específicamente sobre las áreas de bienestar y drogas peligrosas.

Los hackeos se habrían llevado a cabo mediante un correo electrónico que simulaba ser de la superintendencia de Bienestar, “el cual contenía un link que al ser accionado redireccionaba a un formulario en el que solicitaba que se completen datos personales e inclusive datos de usuario y contraseña de cada afiliado”, según relató ante la justicia un subcomisario de la División Investigaciones de Delitos Tecnológicos de la PFA.

La información filtrada abarca alrededor de 5GB de audios con escuchas telefónicas y una base de datos con 200.000 PDFs que contienen información personal de agentes policiales (nombre y apellido, DNI, teléfono fijo y móvil, estado civil, edad, mail, domicilio, dependencia, cargo, situación de actividad y número de legajo).

Fuente: Télam