A las 16:02 de ayer, en el punto exacto en el que el crucero ARA General Belgrano fue hundido hace exactamente 40 años por un submarino británico durante la Guerra de Malvinas, un contingente de veteranos supervivientes de ese buque fue protagonista del homenaje organizado por el Ministerio de Defensa a bordo del rompehielos Almirante Irízar.

Bajo una intensa lluvia y mientras el oleaje del Atlántico Sur balanceaba al rompehielos, su tripulación se formó sobre la cubierta de vuelo para participar de la ceremonia encabezada por el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo, y el jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia.

La tripulación del barco, las dotaciones que regresan de las bases antárticas argentinas, los integrantes del grupo aéreo de los helicópteros del Irízar y los científicos del Instituto Antártico Argentino formados y firmes en la popa no pudieron contener sus lágrimas durante la ceremonia que comenzó con las estrofas del Himno.

El rugido de un Atlántico Sur embravecido acompañó a la trompeta que ejecutó el toque de silencio mientras los veteranos sobrevivientes del Belgrano, junto al ministro Taiana, arrojaban una ofrenda floral al mar en el punto en el que yacen los restos del crucero, a unos tres mil metros de profundidad.

Los veteranos sobrevivientes habían abordado el buque cargados con cajas que contenían unas setecientas flores, que luego fueron repartidas entre todos los presentes para que también pudiesen arrojar una en homenaje a los 323 caídos en el hundimiento.

Al llegar al sitio identificado para el homenaje, Taiana afirmó: 'Hoy, hace 40 años, en este lugar y a esta hora, el crucero General Belgrano era hundido arteramente por el submarino Conqueror, demostrando así la firme determinación británica de continuar ocupando y explotando nuestro territorio y nuestra soberanía, y de burlarse del Derecho internacional sosteniendo una situación colonial inadmisible en pleno siglo XXI'.