Este miércoles, se sancionó en el Senado la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo con 38 a favor, 29 en contra y 1 abstención. Ante esto, el papa Francisco se refirió en la vida en la última audiencia del año en el Vaticano.

“Para nosotros cristianos el dar las gracias ha dado nombre al Sacramento más esencial que hay: la Eucaristía. La palabra griega, de hecho, significa precisamente esto: acción de gracias”,  dijo el sumo pontífice durante la catequesis que brindó desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.

En un mensaje escrito, manifestó: “Los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida. Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida“. En esa línea, Bergoglio expresó que “es solo la primera de una larga serie de deudas que contraemos viviendo”.

Horas antes de que arranque el debate en el Senado, el Papa difundió un mensaje en sus redes sociales en el que advirtió: “Toda persona descartada es un hijo de Dios”. También había comparado al aborto con “alquilar un sicario para resolver un problema”. En esa oportunidad, aseguró que el aborto “no es un asunto primariamente religioso”, sino “de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa”.

La iniciativa que impulsó el oficialismo en el Congreso tensionó el vínculo del Gobierno con la Iglesia. Frente a este hecho,  la conducción del Episcopado decidió no visitar este año al presidente Alberto Fernández para saludarlo por la Navidad. También cuestionó a la Casa Rosada por priorizar el tratamiento del proyecto para legalizar el aborto sobre las “miles de cuestiones sanitarias y sociales” por resolver.